El impacto de la crisis ha sido y es tan notable y prolongado que muy pronto se podría hablar seguramente de una "década perdida" del sistema universitario español (SUE), iniciada en 2009 con la crisis, según las conclusiones del informe anual de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD).

Es la advertencia de los autores del estudio 'La contribución de las universidades españolas al desarrollo 2015', presentado hoy, y que concluye que es tan importante dotar a los campus de más recursos como conferirles la autonomía necesaria para sus retos.

El vicepresidente de la Fundación, Francesc Solé, ha reconocido que las universidades han superado la crisis con un "esfuerzo digno de resaltar" a pesar de sus "limitaciones" pero ha avisado de que en el mundo los centros universitarios "van a toda velocidad".

Ha coincidido con el coordinador del trabajo, Martí Parellada, en que hay que "dar un golpe de timón" a la financiación en las universidades para revertir la actual situación.

Desde 2009 -"cuando empezó la política de reducción de transferencias públicas a la universidad", según estos expertos- el descenso de ingresos en las universidades públicas españolas ha sido del 17,9 %, la plantilla de personal docente e investigador cayó un 6,6 % y el número de alumnos ha bajado en 100.000 desde el curso 2011-12 al 2014-15.