La boxeadora Marlén Esparza, quien representará a Estados Unidos en los próximos Juegos Olímpicos Londres 2012 en peso mosca, se alista para el que será el campeonato más importante de su vida, y confía en que regresará con una medalla de las justas.

"Sé que soy mejor (que mis oponentes) y que boxeo mejor bajo presión", dijo Esparza en entrevista con EFE en el gimnasio donde entrena en Houston.

La deportista se mostró muy confiada en sus posibilidades y aseguró que no permitirá que sus contrincantes le quiten esta oportunidad.

"No es posible. Esto es todo lo que hago en mi vida", agregó la deportista, quien lleva una intensa rutina de entrenamiento seis días de la semana.

Nacida en Estados Unidos en 1989 de padres originarios de Ciudad Juárez (México), Esparza siempre fue una luchadora obsesiva desde que a los 11 años se le presentó a su entrenador, Rudy Silva, quien inicialmente le dijo que no entrenaba a mujeres, según explicó a EFE el propio técnico.

La insistencia de Esparza llevó a Silva a replantear su decisión y finalmente la dejó prepararse en el gimnasio, a condición de que aceptara ser entrenada como un hombre y que sus resultados académicos fueran estelares, cosa que ella mantuvo. Su percepción cambió completamente cuando Esparza ganó su primera pelea con tan solo 13 años.

"Pude ver que esta niña tenía el corazón de una campeona. Cada una de las peleas que ha ganado son completamente merecidas porque nadie entrena tan fuerte como ella, mujer o hombre, de todos los atletas que he visto".

De hecho, el boxeo para Esparza es literalmente toda su vida. "El boxeo era algo realmente grande en mi casa cuando era niña, es todo lo que veíamos en televisión, de lo que se hablaba, y yo creía que eso era lo que hacía todo el mundo", dijo la deportista.

Su vida gira alrededor de entrenamientos: natación y resistencia durante el día, boxeo en la tarde y correr en la noche, el resto, dijo, es alimentarse y dormir para reponerse.

Esparza dice que, a pesar de su juventud, lleva muchos años en los que apenas sale a divertirse y que no tiene tiempo para citas con chicos. Las citas de Esparza son en el ring, y por eso su ritual previo a las peleas son como los de una novia que va al encuentro de su pareja.

"Es como si fuera una cita (amorosa). Me aislo, tomo una ducha, tengo que arreglarme el cabello, ponerme loción, perfume, maquillarme. Todo tiene que ser perfecto; hasta mis medias tienen que ser específicamente hechas para pie derecho e izquierdo".

Su cara y actitud en el ring, sin embargo, no son los de una novia, sino los de una boxeadora, con "una impresionante energía y una inteligencia muy rápida para hacer ajustes en la pelea de acuerdo con el estilo de sus contrincantes", afirmó Silva.

Sobre su preparación actual, Esparza dice que el gimnasio y el ring no son tan difíciles como en su mente: "Ése es el entrenamiento más duro para mí; buscar el balance mental necesario porque siempre estoy tratando de imaginar todos los escenarios de pelea posibles en mi mente".

Pero ese boxeo mental es parte de lo que hace a Esparza tener mejor desempeño bajo presión, y una de las más importantes presiones para los Juegos de Londres es que ésta será la primera vez que el boxeo femenino será deporte oficial.

"Esto lo veo como bueno y malo", dijo Esparza, que consideró que su desempeño puede influir en que a la gente le pueda comenzar a gustar el boxeo femenino.

"También frustra porque he estado boxeando por años y años y he tenido peleas en las que me he desempeñado fantásticamente, pero (como éstas son los primeros Juegos para el femenino) sólo tengo ocho minutos para mostrarle al mundo lo bueno que he estado haciendo", dijo.

En su opinión, en ese corto espacio de tiempo hay que "tenerlo todo perfecto en la mente" y demostrar sus "once años de boxeo en ocho minutos".

La atleta planea retirarse del boxeo para retomar sus estudios tras regresar de Londres, y por eso afirma que el cierre de esta etapa de su vida tiene que culminar con medalla olímpica.

Su entrenador no tiene dudas: "Estamos muy bien preparados y siento que vendremos con la medalla de oro".