La nadadora española Mireia Belmonte da el mismo valor a la medalla de plata que logró este viernes en los 800 libres que la conseguida el pasado miércoles en los 200 mariposa en el Aquatic Center y dice que no le asusta que, a partir de ahora, el público y la prensa la vayan a exigir más, porque ella misma es la que se coloca siempre el listón muy alto.

"Las dos medallas valen igual. Una un poco más luchada que la otra porque era más larga. Pero todas las rivales eran muy fuertes y antes de empezar no sabes lo que va a pasar porque todo el mundo está muy fuerte. Ganar ayer a Rebecca Adlington era impensable. Era la favorita, tenía a todo el público a favor y antes de salir la piscina se derrumbó", rememoró Mireia Belmonte en una rueda de prensa en el MPC del Parque Olímpico.

Belmonte empieza a asimilar su gesta, que es la única nadadora española que se ha colgado dos medallas en unos Juegos, pues este viernes en la piscina aún estaba un poco confusa. "Hoy estoy mucho más contenta y lo he asimilado más. Espero que esto sea el principio de que haya más atención hacia la natación porque es un deporte muy sacrificado, muy duro y es muy difícil conseguir resultados. Son muchas horas de trabajo", reivindicó.

Y es que la nadadora del Club Natación Sabadell ha llevado una rutina monacal hasta llegar al podio de Londres. Un día normal se levanta a las cinco de la mañana, desayuna, coge el coche para ir a entrenar, a las 6 menos cuarto entra en la piscina y ahí media hora de entrenamiento 'en seco' y dos horas y media de natación, después otra hora y media de gimnasio y, si le da tiempo, incluso estudia, descansa, come y vuelta al entrenamiento con otra hora u hora y media de 'seco' y dos horas y media de natación. En total, ocho o nueve horas al día.

Su entrenador, Fred Vergnoux, le ha hecho ser más disciplinada, más constante. Algunas semanas ha hecho 120 kilómetros en la piscina, "algo impensable" hace unos años, reconoce la propia Mireia y ha ganado masa muscular, tanto que es capaz de levantar 120 kilos en sentadilla. "He mejorado mucho en todos los aspectos, también personalmente. Hemos crecido juntos y no puedo estar más agradecida. El creo que no se lo cree mucho todavía. El primer día estaba llorando", confesó.

Sobre si Londres 2012 se recordarán en España como los Juegos de Mireia, dijo que no lo sabe, pero que ella "sí los va a recordar". "Todavía no me lo creo, porque estamos como aislados y no salimos de la Villa, pero cuando llegue a casa y tenga el calor de los míos lo iré asimilando poco a poco. Seguro que mis medallas tienen que ser el inicio de muchas medallas que van a venir estos días", deseó en alusión a la sincronizada, waterpolo o aguas abiertas