Ocho de los titulares de la selección española en la final de la Eurocopa de 2012 podrían repetir en el primer partido de la de 2016: Casillas, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Cesc, Busquets, Iniesta y Silva. Es un buen punto de partida para un equipo que ha pasado por un proceso de renovación, pero que sigue jugando básicamente a lo mismo, al fútbol que la coronó aquella tarde en Kiev frente a Italia. Tácticamente, la mayor diferencia es que en vez de un falso "9" dentro de una semana Del Bosque probablemente apostará por un delantero de verdad: Morata o Aduriz.

La falta de un delantero resolutivo fue la principal rémora que impidió a la selección española defender con solvencia su título mundial hace dos años en Brasil. La apuesta por Diego Costa salió mal y, salvo el gol de penalti que abrió el marcador frente a Holanda, España sólo anotó en el intrascendente tercer partido de su grupo, frente a la débil Australia. Aquello supuso la despedida de los dos grandes cañoneros de la Roja en la década anterior, Fernando Torres y David Villa, decisivos en la consecución de dos eurocopas y un mundial de forma consecutiva.

Al margen del debate en la portería, que no modificará el plan de juego de España, los únicos huecos seguros respecto a 2012 son los que han dejado Arbeloa, Xabi Alonso y Xavi Hernández. En el lateral derecho se ha asentado Juanfran, que ofrece garantías en defensa y mayores vertientes en ataque que el madridista. Xavi Hernández es, por muchas razones, insustituible. La alternativa a Xabi Alonso sí dará pistas sobre lo que quiere Del Bosque para el torneo: con Bruno al lado de Busquets aseguraría un mayor equilibrio defensivo; con Cesc, Koke o Thiago apostaría por un centro del campo más creativo.

La configuración del centro del campo decantaría el dibujo táctico español: un 4-2-3-1 con el doble pivote Busquets-Bruno; o un 4-3-3, con Cesc e Iniesta a los costados de Busquets y un ataque con Silva, Morata y, probablemente, Nolito. Del Bosque ha insistido en la idea de equilibrio al confeccionar la convocatoria, con dos jugadores por puesto. Así justifica, por ejemplo, la presencia de Pedro y Lucas Vázquez en lugar de Isco y Saúl. En caso de necesidad tendrá en el banquillo dos jugadores capaces de abrir el campo para buscar la velocidad y un fútbol más directo.

Con la portería bien cubierta, una defensa consolidada y un puñado de centrocampistas contrastados, las posibilidades de España de revalidar el título dependen del rendimiento de sus delanteros. Los últimos ensayos dan pie a la esperanza, con Morata muy afianzado y Nolito demostrando su gran momento.