A la séptima, tras dos Eurocopas en blanco, Polonia sumó su primera victoria en un Europeo, al superar a una arcaica Irlanda del Norte, que confió en su espíritu defensivo, pero se vio derribada por un gol del delantero del Ajax Arkadius Milik, al comienzo del segundo tiempo. El gol de Milik, el más joven (22 años) en marcar en un torneo continental en la historia de la selección polaca, premió su mayor intención ofensiva, en un partido de escasa calidad.

Porque Irlanda del Norte, que ha hecho de la resistencia su virtud y llevaba invicta doce encuentros, es como dice su técnico, Michael O'Neill, "un equipo contra el que nadie quiere jugar". Entrega el balón al rival y se repliega sin sonrojo. Polonia, al contrario, marcó más goles que Alemania en la fase de clasificación, porque no sólo contaba con uno de los mejores delanteros (Lewandowski), sino que éste está bien acompañado.