Marsella, Agencias

La selección francesa de Didier Deschamps acude al Velodrome de Marsella en busca de una alegría. Contra Albania, el rival más flojo del grupo, y en la ciudad que ha trasladado la Eurocopa de las páginas deportivas a las de sucesos y tribunales, el equipo de Didier Deschamps quiere un resultado amplio, que ayude a cambiar el ánimo del país. Francia ganó el partido del debut, imprescindible para evitar los nervios, pero no ha evitado los debates sobre la actuación de algunas de sus estrellas.Del partido inaugural emergió un héroe; Dmitry Payet, autor del gol de la victoria y mejor jugador del partido, y dos estrellas puestas bajo sospecha; Paul Pogba y Antoine Griezmann.

Pogba, que debía ser el eje del juego francés, no tuvo trascendencia alguna y fue sustituido en el segundo tiempo por Anthonh Martial.

Sin que cesen los rumores de su salida del Juventus este mismo verano, Pogba mantiene la confianza de Deschamps y el apoyo de sus compañeros, pero precisa una actuación convincente ante Albania. De igual forma, a Griezmann se le achaca que llega demasiado saturado a la Eurocopa, después de una temporada extenuante con el Atlético de Madrid.