Alemania no pudo imponerse al sacrificio y a la lucha de una selección polaca que tiró de orgullo para frenar al actual campeón del mundo. Y la noche pudo haber sido aún peor para los germanos si Milik hubiera aprovechados las dos claras ocasiones que tuvo en la segunda parte. Porque la posesión fue alemana pero la sensación de peligro que daba Polonia cuando salía a la contra no la igualaban las elaboradas jugadas del equipo alemán.

Uno de los destacados en el equipo de Joachim Löw fue el exmadridista Khedira. Se le acusa de ser un jugador defensivo y con poca imaginación en ataque, pero sus pases fueron ayer más peligroso e incisivos que los de un desaparecido Özil. También destacable fue la actuación y el equilibrio que dio al centro del campo de su equipo el madridista Kroos.

Pero la realidad es que Alemania sufrió más de lo que se esperaba. A los tres minutos Khedira ya vio una tarjeta amarilla por cortar una peligrosa contra de Lewandowski. Un inicio fulgurante de Polonia que cerca estuvo de costarle caro a Alemania. Los germanos reaccionaron y fueron imponiendo su estilo. Tras el primer cuarto de hora de partido llegaron los mejores momentos de uno de los grandes favoritos para hacerse con la Eurocopa. Aún así, Polonia acechaba con peligro y Alemania merodeaba el área del enemigo pero era incapaz de superar el muro defensivo que le habían colocado delante. Dos líneas de cuatro y la ayuda incasable de los dos delanteros. Todos muy metidos atrás.

Y si la primera parte fue intensa la segunda lo fue aún más en un encuentro emocionante y de un enorme desgaste físico. No habían pasado veinte segundos de la continuación cuando Milik tuvo la que quizás fue la mejor ocasión del partido. El delantero remató de cabeza tras un pase de Grosicki. Llegó un pelín tarde y el balón se le fue fuera. Lo más efectivo hubiera sido tratar de rematar con el pie.

La reacción de Alemania fue inmediata. Götze no fue capaz de superar a Fabianski cuando lo tenía todo a su favor. El ritmo del partido fue así de intenso todo la segunda parte, aunque las ocasiones más claras fueron las dos primeras. Alemania seguía teniendo el balón pero Polonia no acusaba el esfuerzo y seguía defendiéndose con un despliegue físico espectacular.

La tuvo otra vez Milik en el minuto 69, pero esta vez tampoco acertó cuando estaba solo en el centro del área. Otro susto para una Alemania que no estuvo tranquila en ningún momento.

A partir de ahí, y como también sucedió en el primer tiempo, Alemania aumentó su control del partido conforme fueron pasando los minutos. Polonia centraba sus esfuerzos en la defensa y fiaba todo en ataque al acierto de sus dos puntas. Poco pudieron hacer en el aspecto ofensivo los polacos en el tramo final, pero tampoco Alemania inquietaba. En el 85 una gran jugada germana a punto estuvo de acabar en un remate claro de Höwedes, pero apareció Pazdan para evitarlo y salvar el punto de oro que estaba cerca de sumar su equipo.

Los minutos finales siguieron el guión del partido. Parecía más fácil que Polonia aprovechara un despiste alemán para dar la campanada que la campeona consiguiera derribar la fuerte defensa rival. Al final tablas en un combate de pesos pesados.