En los tiempos que corren pocas son las personas y familias que pueden escapar de una manera o de otra a los efectos de la crisis. Nunca vienen mal unos consejos para que los pequeños actos de la vida diaria impliquen un ahorro.

Las facturas de electricidad, agua y gas son los elementos que componen el gasto energético habitual de una familia y que suponen un porcentaje importante de los gastos mensuales de un hogar y de los que nadie se puede librar.

La electricidad está presente en casi todos los ámbitos de la vida diaria, desde la cocina, hasta el televisor y otros aparatos electrónicos pasando también por la iluminación e incluso los sistemas de calefacción. Un uso racional de ésta supone mucho dinero ahorrado al final del año

La calefacción por ejemplo supone el 41% del consumo energético en un hogar durante todo el año. Los consejos para ahorrar energía en calefacción serían:

- Aislar la vivienda para evitar fugas de calor al exterior a través de ventanas, techos y suelos. Por ejemplo las ventanas sencillas pueden llegar a producir pérdidas de calor y frío hasta 4 veces mayor que en el caso del doble acristalamiento.

- Revisar la instalación

- Mantener una la temperatura entre 19 y 21º C, una temperatura de calefacción por encima produce un aumento del consumo entre 6-9%

- Regular la temperatura mediante termostatos, instalarlos alejados de las corrientes de aire, o de los rayos de sol y a una altura de 1.80 m sobre el nivel del suelo

- Ventilar la casa 15 minutos una vez al día para renovar el aire.

- Apagar la calefacción de noche o bajar el termostato hasta los 16º C

La iluminación supone el 9% del consumo energético del hogar, para ahorrar energía en iluminación lo aconsejable sería:

- Aprovechar la iluminación natural

- Las lámparas electrónicas duran más y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Se distinguen de estas principalmente por el peso: las convencionales suelen pesar más de 400 gramos y las electrónicas pesan unos 100 gramos.

- Instalar reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico.

- No dejar luces encendidas en estancias vacías.

- Utilización de colores claros para disminuir las necesidades de iluminación.

Por otra parte los electrodomésticos significan el 12% del gasto en energía dentro de casa, los ‘ecológicos’ o energéticamente eficientes son los más recomendables. Existen nueve gamas diferentes, los que menos consumen son los catalogados con AAA, elegir la categoría de menor consumo siempre es rentable a largo plazo, el mínimo debe de ser la clase A+.

En cuanto a un uso prudencial de los mismos se recomienda:

- Apagar los aparatos cuando no estén en uso y no dejarlos en “modo de espera” o “stand by”.

- Desconectar los adaptadores que no estén utilizándose, ya que siguen funcionando (con menos consumo) aunque no transformen efectivamente la energía.

- Utilizar regletas con interruptor

- En el caso de los televisores, las pantallas LCD ahorran un 37% de energía respecto a los aparatos tradicionales.

- Para las lavadoras conviene trabajar siempre a carga completa o adquirir un equipo que permita trabajar a media carga. El programa de baja temperatura será casi siempre suficiente para dejar limpia la ropa.

- La secadora consume más energía que un centrifugado. Es mejor utilizar el calor del sol para un secado natural.

- La cocina de gas es más eficiente que la eléctrica.

- En el caso de que la cocina sea eléctrica, aprovechar su calor residual, es decir, apagar el ‘fuego’ un poco antes de terminar de cocinar.

- Utilizar el frigorífico con sentido común: no abrir la puerta de forma innecesaria, asegurarse de que el aislamiento funciona y colocarlo lejos de las fuentes de calor como el horno o la cocina.

- Descongelar el frigorífico cuando la capa de hielo alcance los 3 milímetros de espesor puede ahorrar hasta un 30% de energía.

- Respecto al lavavajillas, su mayor gasto (80%) se produce al calentar el agua, por lo que los programas de ahorro que lavan a menor temperatura suponen un importante ahorro. No utilizarlo hasta que esté completamente lleno a no ser que tenga la opción de ponerlo a media carga.

- El aire acondicionado implica un gasto significativo por lo que se recomienda una temperatura de 25º C, limpiar el filtro cada 15 días para no sobrecargar el motor, apagar el aparato una vez esté la estancia refrigerada y encender el modo ventilador, revisar el aparato cada dos años.

En cuanto al agua el nivel de ahorro dependerá de la región concreta y del precio de la misma, hay que tener en cuenta que es uno de los bienes más preciados y escasos.

- No lavar los platos, la vajilla y los utensilios de cocina a mano. El uso del lavavajillas es más eficiente desde un punto de vista energético.

- Cerrar los grifos cuando no se estén utilizando sobre todo al afeitarse, cepillarse los dientes o en el lavado.

- Revisar la instalación, ya que pueden existir pequeñas fugas. Las tuberías deben de estar bien aisladas.

- Los sistemas de acumulación de agua caliente son más eficientes que los de producción instantánea.

- Una temperatura en 30 ºC y 35º C es suficiente en la ducha.

- Utilizar la ducha en lugar de la bañera.

- Utilizar un cabezal de ducha de bajo consumo.

También es recomendable revisar nuestra tarifa actual de igual modo que lo hacemos con nuestros teléfonos móviles y estudiar la conveniencia de cambiar de compañía para lograr un ahorro anual extra. Comparadores de energía como el de la CNE nos ayudarán a elegir entre las numerosas ofertas, y seleccionar proveedores como Gas Natural, Endesa o Iberdrola, entre otros.

Estas son algunas recomendaciones que hoy por hoy no se pueden descartar, máxime cuando el gobierno anunció recientemente un nuevo aumento en electricidad. Tener en cuenta que estos gastos son cotidianos y que pasaron a tener una gran importancia con respecto a la renta disponible de una familia tipo. Ahorrar se puede hacer de muchas maneras, y la energía es una partida fundamental.