Emprender, además de ser necesario, está de moda. Con la recuperación económica todavía sin acabar de acomodarse, son cada vez más los que deciden autoemplearse a través del emprendimiento. La creación de 'startups' como alternativa a la falta de empleo es cada día más común. Ideas innovadoras, proyectos arriesgados, y mucha creatividad junto a las ganas de trabajar, han hecho que el pasado año España presenciar un récord en el volumen de inversión en la creación de estas empresas - que supuso 600 millones de euros-.

Pero no todas estas nuevas entidades triunfan. Solo el 10% de 'startups' sobrevive a su tercer año de actividad empresarial, según arrojan los datos de Venture Watch. Lo que significa, que la gran mayoría de estos pioneros proyectos fracasan a pesar de que muchos se basan en ideas originales que podrían hacerse un hueco en los mercados.

Desde ActionCoach han elaborado una lista de aspectos claves a tener en cuenta para que una 'startup' sobreviva a las estadísticas:

1.- Orden: Es importante que cada uno se dedique a lo que mejor se le da. Mantener un orden en las funciones de los trabajadores es esencial para el buen funcionamiento de la empresa, por eso es necesario analizar los perfiles de cada uno de los integrantes para involucrarlos en el proyecto de manera que resulten lo más productivos posible.

2.- Estructura: Es importante diferenciar las personas de los sistemas y los medios técnicos. Que esta clasificación esté clara sirve para establecer prioridades, responsabilidades, determinar carencias y así poder aplicar mejoras.

3.- Saber delegar: Delegar responsabilidades es indispensable. El emprendedor ha de tener tiempo libre para pensar y desarrollar su creatividad. La saturación lleva al bloqueo y esto no facilita nada las cosas, eso sí, contratar al personal adecuado para delegar es esencial.

4.- Planificación: Planificarse es indispensable. Hacer buen uso de las herramientas facilitará conseguir los objetivos propuestos y ahorrar tiempo. Para ello, es fundamental ser efectivo: ahorrar en costes y aumentar la producción a la vez que se incrementan los beneficios.

5. -Evolución: Estancarse es malo. No queda otra opción que evolucionar, y esto no se puede conseguir sin formación constante y renovación de las metodologías de trabajo. Esta evolución permitirá el aumento de clientes, lo que a su vez provocará inevitablemente la necesidad de ampliar la oferta de productos y servicios. Así aparecerá la necesidad de tener una estrategia para motivar ese incremento de ventas.