Aprender inglés es una de las tareas pendientes que muchos españoles se marcan en su lista de tareas al empezar el año. Bien porque exige de una constancia diaria de la que no se puede disponer por tiempo o bien por las dificultades que conlleva aprender una lengua extranjera, lo cierto es que son muchos quienes desisten de los libros y las academias. Pero también hay otros métodos que permiten dar pasos en este idioma de manera más desenfadada y rápida:

Aprender lo que realmente se necesita

Aprender lo que realmente se necesitaEn ocasiones, el aprendizaje del inglés se focaliza sobre un aspecto concreto. Hay personas que necesitan dominarlo para sus negocios, otras para desenvolverse en un ámbito doméstico y otras simplemente para viajar y relacionarse. En todos estos casos, es bueno centrarse en conocer las frases más importantes de cada situación y relegar lo demás.

No tener miedo a la conversación

Muchas veces, el reparo a entablar conversación hace que perdamos la oportunidad no solo de mejorar el idioma sino de relacionarnos con otras personas. Hay que perder el miedo a equivocarse. Las personas que hoy dominan inglés también lo aprendieron a base del método de la prueba y el error. Además, los profesores no enjuician el nivel ni dan lecciones en esta clase de situaciones, sino que procuran estimular el interés del alumno.Leer todo lo que se pueda

Leer todo lo que se puedaExisten libros adecuados para cada nivel. Sin embargo, si no se tiene tiempo para leer libros, también es útil leer alguna revista, periódico o página web. De esta manera, nos acostumbraremos a identificar el contexto y a aprender nuevos términos.

Unir el inglés con nuestras aficiones

Una vertiente muy provechosa para aprender inglés es el de unir el idioma a una afición. Si en nuestro tiempo libre, por ejemplo, nos gusta la cocina, podemos introducirnos en la lectura en inglés de material relacionado con ella, de manera que así cogeremos soltura.

Hacer muchas preguntas

Directamente relacionado con el consejo anterior está el de fomentar la curiosidad. Además de servirnos para soltarnos en inglés, podremos aprender cosas sobre otros temas y empezar así una conversación en la que iremos mejorando poco a poco el idioma.

Identificar y aprender nuevo vocabulario

A medida que vayamos aprendiendo nuevas palabras, es recomendable insertarlas poco a poco en nuestro vocabulario. De esa manera, el esfuerzo que hemos hecho nos servirá para ir ampliando nuestro repertorio y riqueza lingüística.

Escuchar canciones

La música es otro de los métodos que pueden ayudar a aprender inglés. Repasar las letras mientras escuchamos una canción permite conocer mejor la pronunciación y los distintos acentos. Eso sí, es mejor acompañarse de las letras, puesto que, de lo contrario, puede resultar frustrante. No es nada sencillo entender canciones en una primera escucha.

Películas y series en versión original

La proliferación de series en los últimos años ha añadido una nueva vía para aprender inglés. Es importante ver la producción audiovisual en versión original y, si lo necesitamos, ayudarnos con los subtítulos, también en inglés. De esta manera iremos afinando el oído.

Chatear en inglés

Si la conversación con un nativo nos produce algo de reparo, podremos probar con los chats. Así podremos tener tiempo para pensar mejor en lo que queremos decir y en cómo queremos escribirlo.

Viajar al extranjero

Si salimos al extranjero, el inglés será el idioma en común con muchas personas. Gracias a él, no solo podremos entablar relación con otras personas, sino que nos permitirá resolver situaciones diarias en hoteles, transportes, museos, etc.