Bar Rafaeli, en otra vuelta de rosca a su tradicional rifirrafe con las autoridades israelíes, se ha visto en el blanco de una nueva ofensiva del Ejército israelí, que no quiere que la supermodelo sirva de ejemplo entre la juventud.

En unas declaraciones sin precedentes, un alto mando del Ejército ha exhortado a boicotear todos los productos que representa la bella modelo de 24 años, que no prestó el servicio militar obligatorio valiéndose de un matrimonio ficticio. «Al final del día, es ella la que tendría que mirarse en el espejo», dijo el comandante del Departamento de Recursos Humanos del Ejército, el general Avi Zamir, en un acto público. Además, la modelo internacional pidió ayer transferir su residencia fiscal a otro país y no pagar así las altas tasas impositivas vigentes en Israel.