El príncipe Alberto de Mónaco, su novia, Charlene Wittstock, y su hermana Carolina presidieron el pasado sábado el tradicional Baile de la Rosa, que en esta edición estaba inspirado en la belleza de la cultura marroquí. Numerosas personalidades de la jet-set internacional asistieron a una de las citas tradicionales de Mónaco, a la que en esta ocasión no acudió la princesa Estefanía. Carolina, muy bella con un vestido negro con agremanes de colores en el escote, estuvo acompañada por sus tres hijos mayores, fruto de su matrimonio con Stefano Casiraghi: Andrea, Carlota -con un deslumbrante vestido en rosa palo- y Pierre, este último acompañado de su novia, Beatrice Borromeo.

A su llegada al Sporting Club de Mónaco, según informa la página digital de «¡Hola!», los Grimaldi se fotografiaron con el ministro de Cultura francés, Frederic Mitterand, y con la princesa Lalia Joumaia Alaoui, de Marruecos, que lucía una elegante túnica de inspiración árabe. Una de las sorpresas de la noche fue la presencia en la fiesta de Borja Thyssen y de su esposa, Blanca Cuesta, en su cuarto mes de embarazo.