La estrella de la música «soul», Aretha Franklin, fue dada de alta de un hospital de Detroit y pasará las Navidades en casa con sus familiares, informó en un comunicado difundido la portavoz de la cantante, Tracey Jordan.

«Llevo en casa casi tres días. Los amigos y familiares que me trajeron a casa me están cuidando. Tengo una enfermera privada que me visita diariamente», afirmó la «Reina del Soul» en una escueta nota, sin revelar los motivos de su hospitalización.

Franklin, de 68 años, agregó que «espera sentirse lo suficientemente fuerte para salir y asistir a la próxima obra de teatro sobre Sam Cooke en el Music Hall de Detroit antes de enero».

Según informaciones de medios locales, Franklin podría padecer cáncer de páncreas, aunque aún no ha habido confirmación oficial por parte de su familia. Las noticias previas sobre la cantante databan del 2 de diciembre cuando un comunicado de la portavoz de Franklin afirmó que había sido sometida a cirugía en un hospital de Detroit y que los doctores habían calificado la operación de «altamente satisfactoria».

La intérprete ha estado entrando y saliendo del hospital desde el pasado agosto, cuando tuvo que cancelar dos conciertos en Nueva York después de romperse dos costillas en una caída. En noviembre se vio obligada a anunciar la cancelación de su gira durante los próximos seis meses por orden de sus médicos.