La candidata de Angola, Leila Lopes, fue coronada «Miss Universo» 2011 en la sexagésima edición del concurso, celebrado en São Paulo, y se convirtió en la primera representante del país africano en alzarse con el título.

La belleza de ébano, de 25 años y 1,79 de altura, se alzó finalmente con el cetro de reina universal y arrancó el aplauso del público brasileño, que en todo momento mostró un firme apoyo a la angoleña.

Estudiante de Administración de Empresas, Lopes, vestida con un traje palabra de honor de color champán, no pudo contener el llanto cuando fue proclamada sucesora de la mexicana Ximena Navarrete, «Miss Universo» 2010.

Leila Luliana da Costa Vieira Lopes calificó de «sueño» haber conquistado el título, en sus primeras declaraciones tras conocer el fallo del jurado. «Mi vida acaba de cambiar, con seguridad va a ser una larga caminata», dijo Lopes, emocionada. La aspirante de Ucrania, Olesia Stefanko, y la representante de Brasil, Priscila Machado, se clasificaron en segundo y tercer lugar, respectivamente, como virreina y primera princesa.

Antes de ser proclamada bella entre las bellas, la nueva «Miss Universo» tuvo que enfrentarse, junto a otras cuatro finalistas, a una pregunta del jurado, que pidió que señalara qué parte de su cuerpo cambiaría si tuviera la ocasión.

Lopes aseguró con frescura que se sentía «muy satisfecha» con su apariencia y apostilló que se veía a sí misma como una «chica muy bonita por dentro». Además de la angoleña y las candidatas de Brasil y Ucrania, las representantes de China, Luo Zilin, y de Filipinas, Shamcey Supsup, se clasificaron entre las cinco finalistas.

La aspirante española, Paula Guilló, quien había manifestado sus buenas vibraciones en los días previos al certamen, quedó fuera de la disputa en la primera criba, en la que el jurado escogió a las 16 semifinalistas y en la que se encontraban seis latinoamericanas.

Leila Lopes afirmó que quiere trabajar por los necesitados de África y aseguró que no teme ser víctima del racismo por el hecho de ser negra. «Pienso trabajar por mi continente. Como "Miss Angola" trabajaba con programas en favor de los niños desamparados, personas con sida y ancianos», manifestó Lopes en la primera rueda de prensa. «Felizmente, el racismo no me afecta. Creo que las personas racistas son las que tienen que buscar ayuda por pensar de esa forma», dijo.