Visiblemente abatida pero sin descuidar su agenda profesional, la modelo Malena Costa trata de refugiarse en el trabajo para superar un difícil bache en su vida personal. Fue ella quien confirmó que lo suyo con el jugador del Barça Carles Puyol ya es historia, lo que, según confiesa, «está siendo duro».

Se les acabó el amor, pero lo que no se puede decir es que no lo hayan disfrutado desde el primer instante. Carles Puyol y Malena Costa vivieron una relación intensa que les duró algo más de un año, se conocieron en el verano de 2010 en Ibiza, los presentaron unos amigos comunes y a las pocas semanas ya vivían juntos en Barcelona. Cupido estaría orgulloso de ellos si no fuese porque la pareja acaba de poner punto final a su idílico noviazgo.

En los últimos tiempos los futbolistas y sus parejas han recobrado gran protagonismo en el papel cuché, sus éxitos en el campo de juego han propiciado que el gran público sienta una mayor curiosidad por saber de sus vidas y de sus impresionantes novias. Iker Casillas y Sara Carbonero, Piqué y Shakira, Ronaldo e Irina Shayk y, por supuesto, Puyol y Malena han copado páginas y páginas de las revistas. Sus viajes románticos, sus vacaciones en la playa y sus paseos en cualquier ciudad del mundo eran un reclamo para las publicaciones. Ellos también supieron sacarle rentabilidad económica a su creciente popularidad, por eso aceptaron las ofertas que les hicieron para protagonizar campañas publicitarias, sus bolsillos se vieron reforzados considerablemente y su nivel de vida también. Antes de iniciar su noviazgo con Puyol el mayor logro de Malena Costa era haber participado en el concurso «Supermodelo», en el que quedó en sexta posición, lo que evidenciaba que iba a tener que trabajar mucho antes de ser reclamada por las grandes firmas, pero su vida profesional dio un giro de ciento ochenta grados cuando conoció al futbolista.