«El partido que ha ganado las elecciones tuvo el lujo durante los últimos meses de no tener que explicar muy a fondo lo que iba a hacer», dijo ayer el actor Viggo Mortensen, con motivo del estreno el viernes en España de la película «Un método peligroso», en la que comparte reparto con Keira Knightley y Michael Fassbinder. Mortensen relató a una cadena de radio un incidente con seguidores del PP la noche de la victoria en las elecciones: «Salía del teatro tarde y la gente estaba celebrando la victoria del PP. Se me acercaban al coche con las banderas del partido y al ver que no aplaudía me llamaban "puto socialista" y "maricón". Obviamente es una minoría, pero me parece que hay que vigilarlo. Creo que España vive un momento histórico apasionante, sigo cerca la política española y no sé qué esperar del PP. Estoy expectante porque no he podido encontrar un plan de lo que van a hacer». Mortensen lleva semanas en la capital, donde presentó el 4 de noviembre la obra de teatro «Purgatorio». «Aunque no soy español, me interesa leer todo lo que hay. Éste es un período muy interesante para España y Europa», dijo ayer.

Después de rodar «Una historia de violencia» y de interpretar a un mafioso ruso en «Promesas del Este», dos películas que ayudaron a olvidar al actor en el papel de Aragorn («El señor de los anillos»), Mortensen repite con David Cronenberg en el que considera su «mayor desafío» hasta la fecha: interpretar a Sigmund Freud.

Para elaborar el personaje, Mortensen tuvo acceso a la correspondencia entre el psicoanalista Gustav Jung y Freud, donde descubrió que el famoso psicoanalista era una persona «con un apetito tremendo por la vida». «Era un conversador ingenioso, amable e inteligente cuya estrategia era incluir a los demás. Tenía orgullo, pero compartía sus conocimientos», señala. El actor admite que hace veinte años acudió a un psicoanalista, una experiencia que describe como «útil». «Después de profundizar en Freud y Jung, sigo pensando que es muy valiosa la idea de confesar sin ser juzgado ni criticado por un profesional». Aunque Freud «no cuenta chistes abiertamente» en este filme, se aprecia el sentido de humor del psicoanalista.

«Le gustaba la sátira, jugar con las palabras en un período de mucha censura y recurrir a la ironía a la hora de responder y de formular preguntas, y eso se muestra en esta película», indica. Lo importante en su profesión como actor es «contar buenos cuentos con los que aprender».

«Le habré dado muchos quebraderos de cabeza a mi agente por venir a hacer una obra de teatro a Madrid o rodar una película pequeña en Argentina, pero es algo que me interesa», afirma Mortensen.

El actor Hugh Grant aseguró ayer que el dominical «Mail on Sunday» pudo haberle pinchado el teléfono para obtener una información aparecida en 2007, en un nuevo capítulo del escándalo de las escuchas de «News of the World» y que señalaría por primera vez a un periódico ajeno al conglomerado del magnate Rupert Murdoch.

Grant compareció ante una comisión de investigación -»Investigación Leveson»- y refutó una información aparecida en 2007 en el «Mail on Sunday», edición dominical del «Daily Mail». En ella, el periódico cuestionaba la relación sentimental del actor con su pareja de entonces, Jemima Jan, por unas conversaciones nocturnas que mantenía con una ejecutiva de Warner Brothers de «voz melosa».

«Fue una historia rara y completamente falsa», explicó Grant, quien añadió que ató cabos al leer la historia e identificó a la mujer de «voz melosa» como una asistente de un amigo de Los Ángeles con la que solía hablar por teléfono. «No concibo otra fuente para esta historia en el «Mail on Sunday» que mensajes de voz de mi teléfono móvil», ha vinculado el actor, si bien el juez responsable de las investigaciones, Robert Jay, ha calificado de «pura especulación» las palabras de Grant. El «Mail on Sunday» también se apresuró a refutar las acusaciones de Grant.