El nuevo Gobierno de Italia, dirigido por Silvio Berlusconi, destila glamour y juventud, amén de la conocida controversia que siempre envuelve al primer ministro transalpino.

En el ejecutivo de este país no llegan al récord establecido en España por José Luis Rodríguez Zapatero, con sus nueve ministras, pero las cuatro responsables italianas darán mucho que hablar. Sobre todo, después de que Berlusconi anunciara que se va a poner manos a la obra en los próximos días para «destetar y proteger a las niñas». Destetarlas, porque dos de ellas son la encarnación de la juventud. Y protegerlas, porque todas gozan de buena presencia y han atraído todas las miradas de todo el país y parte del extranjero.

Las ministras en cuestión son Giorgia Meloni, de 31 años, que procede de Alianza Nacional y se ocupará de Juventud; Mara Carfagna, de 32 años, responsable de Igualdad de Oportunidades; Maria Stella Gelmini, de 34 años y encargada de Educación y Stefania Prestigiacomo, también de 34 años y encargada de Medio Ambiente.

A partir de ahora no tendrán que preocuparse por la novedad y la falta de experiencia, pues Il Cavaliere parece haberse tomado muy en serio el adiestramiento de sus chicas, en algunos casos poco acostumbradas a la cuestión política.

Tal es el caso de Mara Carfagna, uno de los fichajes «estrella» más sorprendentes. La titular de Igualdad fue séptima en el concurso de «Miss Italia», y ha abandonado una brillante carrera de estrella televisiva para entrar de lleno en el Gobierno de su país.

Además, la también bailarina tiene en su currículum el mérito de haber enamorado al primer ministro y casi provocar el divorcio de Berlusconi con su mujer. Eso, sin contar con las varias fotos en las que ejerció como modelo más bien ligera de ropa.

Por ahora, todo son comentarios sobre las nuevas responsables, que también han logrado igualar el récord de juventud en un Ministerio: Giorgia Meloni, de 31 años, ha empatado con la española Bibiana Aído, titular de Igualdad en el ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Ahora les tocará demostrar su valía, una tarea a la que, en uno y otro país se han puesto manos a la obra las ministras. Que se lo pregunten si no a la embarazada Carme Chacón, viajera infatigable a pocos meses de dar a luz.

El plantel de ministras daría para una buena sesión de «Vogue», como ya hicieran las españolas de la anterior legislatura. Será cuestión de proponérselo.