A punto de cumplir 60 años, Mario Conde ha dado un sorprendente giro hacia la espiritualidad. El ex banquero, dedicado a la producción de aceite, practica ejercicios de meditación taoísta y se alimenta siguiendo los preceptos de esta milenaria filosofía. «Acepta ser insignificante», predica uno de los pensamientos de esta filosofía.

Embelesado por el taoísmo, en el que ahondó en su estancia en prisión, Conde escribió «La palabra y el Tao», cuya publicación, prevista para octubre, fue aplazada por la muerte de su esposa, Lourdes Arroyo, informó «El Mundo». En su memoria, Conde destinará todos los beneficios de la obra a la Fundación Lourdes Arroyo, en proceso de construcción, desde la que el ex banquero ayudará a enfermos de cáncer.