Dos ex empleados de Alejandro Sanz acusados de exigir dinero para no divulgar asuntos personales del cantante español se declararon ayer culpables, tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía estatal antes de que comenzara la selección del jurado del juicio, que ya no se celebrará.

Con el acuerdo, el cubano-americano Carlos González y su esposa, Sylvia Helena Alzate, de origen colombiano, eludieron el proceso judicial y afrontan ahora una sentencia leve, informa «Efe».

González y Alzate se enfrentaban a un máximo de cincuenta y quince años años de prisión, respectivamente, y ahora deberán cumplir una condena de dos años de libertad condicional cada uno.

La pareja, que antes del acuerdo había proclamado su inocencia, estaba acusada de un cargo de extorsión por exigir supuestamente unos 320.000 euros al intérprete de «Corazón partío» para no divulgar a un medio de comunicación de España algunos de sus asuntos personales.