El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se ha constituido en acusación particular en un proceso judicial abierto contra fabricantes y distribuidores de camisetas en las que se juega con logotipos de marcas conocidas y, en su caso, con su propio apellido.

El diario «Le Dauphiné Libéré» reveló ayer que el jefe del Estado francés ha decidido ser parte civil en la demanda por unas camisetas comercializadas por la compañía JMB de Lyon en las que aparece transformada en una diana la «o» de su apellido, envuelto en manchas de sangre, junto al lema de la República Francesa «libertad, igualdad, fraternidad»

A ese lema ensangrentado le sigue el mensaje «tolerancia cero» y «50 puntos», en referencia a uno de los eslóganes electorales del presidente francés.