Jaime de Marichalar, padre de los hijos de la Infanta Elena, está en búsqueda judicial. No porque haya cometido algún delito, sino para notificarle la expropiación de una finca en Soria.

El Ayuntamiento de Soria ha pedido a los jueces que busquen a la familia Marichalar para comunicarles que 130 hectáreas de su finca soriana «El Cabezo», a las afueras de la ciudad, serán expropiadas para la construcción de un polígono industrial. Doña Concepción Sáez de Tejada, condesa viuda de Ripalda, y sus seis hijos, Amalio, Luis, Ignacio, Jaime, Álvaro y Ana, pasan casi todos los fines de semana en su casa de la capital castellana o en su finca, pero al parecer no resulta fácil encontrárselos para notificarles la expropiación, según publica el diario «El Mundo».

El caso es que las relaciones entre la familia y el Ayuntamiento soriano no son precisamente buenas desde que la alcaldesa anterior, Encarnación Redondo, del Partido Popular, le comunicara al primogénito Amalio, conde de Ripalda, que Soria necesitaba parte de su finca para construir el polígono industrial Soria II, justo donde se encuentran las ruinas de Numancia.

Los Marichalar defienden este enclave como ubicación para un museo, un centro cultural, o un edificio de índole social, pero no para la creación de empresas. Sobre todo cuando ya fueron expropiados hace veinte años para construir la variante de Soria, algo que no les quedó más remedio que asumir como parte fundamental del progreso de la ciudad.

Pero ahora es distinto. La familia no quiere ni oír hablar de dinero, porque lo que les interesa es que el suelo se quede como está, dedicado a la historia y libre de presiones industriales. Para ello piden que el suelo se vuelva a calificar como rústico, algo insólito entre los propietarios de terrenos. Los jueces serán los encargados de decidir, y por ahora, la expropiación está en marcha. Y es necesario comunicárselo a toda la familia propietaria del terreno.