La teoría del asesinato de Jimi Hendrix cobra fuerza. James «Tappy» Wright, quien fuera técnico de sonido del guitarrista Jimi Hendrix, asegura en su libro «In Rock Roadie» que el antiguo mánager del artista, Michael Jeffrey, le confesó en una noche de borrachera que él era el responsable del asesinato. Según esta versión, Jeffrey introdujo en la boca del guitarrista un montón de pastillas y se las hizo tragar ayudado con varias botellas de vino tinto. Ahora, el médico que atendió a Hendrix, John Bannister, afirma que las evidencias médicas hacen «plausible» la versión. Según este médico, la teoría podría ser cierta porque «la cantidad de vino que tenía en su cuerpo era simplemente extraordinaria».

Wright explica que Jeffrey le confesó que el músico era «más beneficioso muerto que vivo», debido a que, entre otras cosas, tenía una póliza de seguro de 1,38 millones de euros cuyo beneficiario era el mánager. «Tenía que hacerlo, ese hijo de puta iba a dejarme; si le perdía, lo iba a perder todo», afirma Wright que le dijo el representante del guitarrista.