El yate de lujo propiedad del constructor Francisco Hernando, conocido como «El Pocero», ha sido vendido hace un mes a un comprador extranjero, confirmaron fuentes de la empresa inmobiliaria vendedora. El precio inicial de venta del yate «Clarena II», considerado el mayor yate en manos de un español, fue fijado en 58 millones de euros y hace unas semanas se cerró la operación de venta por una cantidad que no ha sido revelada por la compañía Engel & Völkers Yachting Madrid, informa «Efe».

La embarcación siempre ha estado atracada en el Puerto Portals, en el municipio de Calvià (Mallorca) y será entregada en el mes de junio a sus nuevos propietarios. «Clarena II» es un yate de lujo de 72 metros de eslora construido por un astillero italiano en 2009. De elegante perfil y casco único en gris y acero, con una superestructura de aluminio, el interior de la embarcación cuenta con numerosos lujos. Tiene una suite principal y cinco cabinas dobles que pueden albergar a cerca de doce invitados.

La suite principal incluye sala de masajes, sala de cine y una escotilla que se puede bajar para servir como un balcón sobre el mar. También dispone de terraza principal de cien metros cuadrados. Cuando fue adquirido por un precio cercano a los 60 millones de euros, era el yate más grande de España.

Otro rico empresario con problemas de yate es Flavio Briatore, ex director deportivo de Renault. A Briatore lo están investigando y la Policía fiscal italiana ha confiscado su yate «Force Blue», bajo la acusación de fraude fiscal en relación con un supuesto delito de evasión del IVA. El fiscal de Génova pidió la confiscación del lujoso barco mientras se encontraba en aguas de La Spezia con la mujer de Briatore, Elisabetta Gregoraci, a bordo.

El hecho es que el lujoso yate que Briatore exhibe con orgullo a sus amigos no es suyo, sino que pertenece a una sociedad de alquiler de naves con sede en Islas Vírgenes británicas y tiene bandera de Islas Caimán. De esta manera, Briatore disfruta de las ventajas fiscales reservadas a quien alquila el yate, mientras que si fuese de su propiedad tendría que pagar impuestos. Sin embargo, el fiscal asegura que el «Force Blue» no ha sido nunca alquilado y que es Briatore quien lo utiliza exclusivamente.

Briatore asegura que la confiscación del yate podría haberse evitado, puesto que fue «alquilado de modo legal por él mismo».

«La confiscación se podría haber evitado sin forzar a una madre y a un niño de dos meses a dejar bruscamente la embarcación», comenta Briatore.