Miles de personas se enfundaron ayer en coloridos trajes y, al ritmo de músicas multiétnicas, convirtieron en una gran fiesta las calles del barrio berlinés de Kreuzberg con la «Gran Rue», la cabalgata y punto fuerte del Carnaval de las Culturas del Mundo, informa «Efe». Carrozas, globos, disfraces, alegría y color, mucho color, animaron el desfile en el que participaron alrededor de 100 comparsas y que comenzó puntual, al mediodía, desde la plaza de Hermannplatz.

Vestidos con los trajes típicos de cada país o de cada región, y con provisiones de comida y bebida, cada participante desfila una media de cinco horas, desde que comienza la procesión hasta que llega al final del recorrido, en la Yorkstrasse. Alrededor de 5.000 personas, residentes en Berlín o venidas de diversas partes del mundo, participan directamente en la cabalgata, mientras que medio millón de espectadores se agolpan en las calles para observar las representaciones, escuchar música o atender las proclamas de las diferentes comparsas en la gran fiesta andante.

Mensajes de paz y solidaridad se esconden entre las diferentes carrozas, que las comparsas han preparado. Un pájaro gigante con plumas reales, un camión con alusiones flamencas, recreaciones de una selva con sus fieras y una plataforma con dos figuras gigantes pintadas en barro blanco fueron algunas de las carrozas más llamativas. La música en directo fue el denominador común de la mayoría de comparsas.

Desde Brasil hasta Japón, pasando por la India, Palestina y China, y con una amplia representación de las culturas existentes en África, los cinco continentes estuvieron representados en la gran fiesta . Este año participó también una representación de Cataluña.