Ni se fue porque ella quiso, ni tampoco obligada por un cambio de guión. Michael Bay dejó a Megan Fox fuera de Transformers 3 porque la actriz estaba muy desmejorada y delgada y se negó a engordar un poco.

Al parecer, cuando Bay se reencontro con Fox para preparar el terrero de cara al inminente rodaje de Transformers 3, la encontró en muy baja forma, pálida y excesivamente delgada. El director le hizo saber a la actriz que en ese estado no podían comenzar a rodar y le dio dos semanas para ganar un par de tallas y conseguir un aspecto más saludable. En definitiva, para que volviera a lucir el espectacular físico del que presumió en las dos primeras entregas de la saga.

Pero Fox se negó a ganar peso y alegó que estaba en perfectas condiciones para empezar a rodar. Ante su negativa, Bay fue inflexible y, tras una discusión parece que bastante acalorada, decidió apartarla del proyecto, donde va a ser sustituida por Rosie Huntington-Whiteley, una lozana modelo de Victoria's Secret que ha cautivado a Bay y llega recomendada por el mismísimo Steven Spielberg.

La página web The Warp se puso en contacto con el agente de Fox que vino a confirmar que hubo discrepancias con la apariencia y salud de su representada. "Discrepamos respecto la evaluación sobre su peso. Ella estaba sana y feliz", dice el agente.

Mientras tanto, uno que al parecer lo está pasando mal con todas esta historia de enfrentamientos y habladurías es Shia LaBeouf, el protagonista masculino de la saga, al que veremos en Wall Street 2, y al que se ha relacionado en varias ocasiones con Fox.