A. RUBIERA

«Es una huelga casi por la dignidad. Somos una parte importante del sistema sanitario, pero nos sentimos maltratados y escasamente valorados. En un momento en el que los acuerdos de desarrollo de la carrera profesional tenían que suponer un estímulo, lo cierto es que no han cumplido nada nuestras expectativas».

Blanca Blanco, delegada sindical del SICEPA (sindicato de celadores del Principado) en el Hospital de Cabueñes manifestaba así las reflexiones que se esconden detrás de la huelga convocada en la sanidad pública asturiana para los próximos días 10, 12, 15, 17 y 19 de enero. Esas reflexiones se escucharon ayer, y se respaldaron también, en la asamblea convocada tanto por el SICEPA como por el SAE (Sindicato de Auxiliares de Enfermería) en el salón de actos de Cabueñes. Los dos sindicatos citados son los convocantes de la protesta de la próxima semana, con la que diversos colectivos de trabajadores quieren alzar la voz contra el acuerdo de carrera profesional que los responsables de la administración sanitaria han ofrecido el pasado mes a los profesionales de la red pública. Una oferta que ha sido firmada por UGT, CC OO y CEMSATSE, y con la que se sienten descontentos los representantes del colectivo de personal no sanitario y las auxiliares.

El hecho de que los incentivos de la carrera profesional no incluya al personal interino, que el período de implantación de las mejoras salariales se prolongue hasta enero del 2010 -cuando para los médicos el plazo es hasta el 2008-, o que las mejoras económicas no alcancen sus expectativas, son razones que han llevado a los sindicatos a plantar cara a la Administración. «La gente se siente muy discriminada. Somos trabajadores de segunda, como siempre, y ha sido la gota que colmó el vaso», apuntaba una portavoz del SAE en Cabueñes. También están en desacuerdo con que la carrera profesional y los incentivos aumenten más las distancias porcentuales entre los salarios de las distintas categorías laborales.

Respecto al respaldo que logrará la protesta, Blanca Blanco se mostró cauta: «Se verá el día 10. Es difícil de prever. Pero lo cierto es que el personal nos manifiesta su enfado. Un responsable de la administración dijo en una de las reuniones que esto era como el fútbol. Los médicos eran las "estrellas" y nosotros, los grupos C, D y E, los taquilleros. Bueno, pues sin los taquilleros es posible que no haya espectáculo, ni partido, ni nada. Creo que no se dan cuenta de que nuestra tarea es muy importante para el engranaje del sistema. Y quizás sea el momento de que reivindiquemos nuestro trabajo, para que se nos valore adecuadamente. Por eso decimos que estamos casi ante una huelga por la dignidad», sostuvo la portavoz del SICEPA.

Las asambleas informativas entre los colectivos implicados prosiguen hoy por otras áreas sanitarias asturianas.