Albina FERNáNDEZ

La Fundación Altarriba logró disminuir en 187 el número de animales acogidos en el Albergue Municipal de Serín en un año de gestión. La Fundación se hizo cargo del servicio municipal el 31 de diciembre de 2005 con 444 animales e importantes problemas como tiña, sarna, diarreas y moquillo nervioso, y al día de hoy cuenta con 257 animales perfectamente saneados, aunque el objetivo sea llegar a los 240, según Alejandra Mier, miembro de la Fundación. «Queremos aumentar las adopciones, que este año ya superaron las 440 y es un número considerable», explicó.

El Albergue recibió en 2006 una subvención de 150.000 euros que para este año se incrementará según el IPC, pero la Fundación tiene otros ingresos por socios, donaciones y la propia venta de animales (50 euros cada uno, vacunados y con chip de identificación) que elevan el presupuesto a los 200.000 euros. De esta forma, cada animal abandonado cuesta unos 222 euros.

La mayor parte de animales recogidos y dados en adopción son perros, aunque en este año también hubo 54 gatos, 3 cabras enanas marroquíes, dos caballos y un ejemplar de conejo, hurón, periquito y tortuga. El 58,52 por ciento de las adopciones se hace en Gijón, el 37,22 por ciento en Asturias, el 3,81 por ciento en otras comunidades españolas y un 0,45 por ciento en Alemania. En caso de que surja algún problema, el Albergue recupera el animal, aunque sólo se dan uno o dos casos por mes.

La Fundación, además, llegó a un acuerdo con la holandesa Helpthem para llevar animales a Holanda. La próxima semana saldrá el primero y cada quince días habrá nuevas remesas. «Sólo irán los animales que ya tienen un hogar de acogida», explicó Mier.

En algunos animales como burros, ovejas y determinadas razas de perros (sobre todo los pequeños) y gatos persas hay lista de espera. Mier recomendó a los padres no regalar animales a los niños pequeños porque, explicó, «los confunden con los juguetes y un animal no es un juguete».

La concejala Hortensia Fernández explicó que no está previsto aumentar la Perrera, aunque sí habilitar algo de espacio para la esterilización de los gatos.