V. ESCANDÓN

Más de 1.600 alumnos de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales Jovellanos -Turismo, Empresariales y Gestión y Administración Públicas- comenzaron ayer su nueva andadura en el emblemático edificio de la Universidad Laboral, después de más de noventa años ubicada en el céntrico edificio gijonés de la calle Francisco Tomás y Valiente.

Gijón se queda sin centros universitarios en el núcleo de su casco urbano, tras la salida de las dos más tradicionales escuelas gijonesas: la de Peritos y la de Comercio. Ambas hoy ya con sus nombres actualizados: Ingeniería Técnica Industrial y Escuela de Empresariales Jovellanos. La primera se encuentra en el campus universitario y la segunda, con 107 años de historia en Gijón, desde ayer, en la Universidad Laboral.

Los estudiantes de la Escuela Jovellanos andaban ayer un poco perdidos en su primer día de clase y se ayudaban de los planos que llenaban las paredes para orientarse dentro del gran edificio. El traslado, que se comenzó a realizar a mediados de diciembre, todavía no se ha completado. En algunas salas y despachos todavía se pueden observar las cajas de la mudanza. Aun así, todo estaba a punto para que los alumnos pudiesen asistir a clase sin ningún problema.

La cafetería, que también estaba de estreno, fue uno de los lugares más demandados y visitados por los alumnos en el estreno de la Escuela en Cabueñes. Además, ayer comenzó a funcionar el servicio de comedor y fueron muchos los alumnos que se acercaron a inspeccionar el menú del día.

Otra de las dependencias más visitadas en la mañana de ayer fue la biblioteca. Un espacio único, de tres plantas, en el que habrá cabida para los más de 30.000 volúmenes que tiene la Escuela Universitaria Jovellanos, y que, por primera vez, estarán, como señaló el director de la Escuela, Rafael Pérez Lorenzo, «juntos en una misma sala». En la vieja sede los libros se encontraban dispersos por diferentes dependencias. La nueva biblioteca contará con 220 puestos de estudio y una sala con 20 ordenadores de consulta. Además, Pérez Lorenzo no descarta que en el futuro se pueda ampliar la sala actual, porque «hay espacio para ello», con una biblioteca para el centro de arte y una hemeroteca.

Pasa a la página siguiente