É. V.

Gijón sigue perdiendo población. Los registros de nuevos ciudadanos crecen cada año, pero también las defunciones aumentan y, además, las segundas superan a los primeros. Por eso, el crecimiento vegetativo en la ciudad sigue siendo negativo. En el pasado año en el Registro Civil se inscribieron un total de 2.444 personas. Por contra, murieron 3.187. Es decir, que la pérdida total de población es de 743 personas.

En los nuevos 2.444 gijoneses registrados están incluidos los nacimientos y los extranjeros que adquieren la nacionalidad. Se trata de una cifra que, en general, aumenta cada año. Por ejemplo, en el Hospital de Cabueñes en 2006 nacieron un total de 2.150 bebés, dos más que en el año anterior. Un dato que marca una tendencia ascendente, aunque suave, pero que sí se nota y tiene cierta incidencia a largo plazo. De hecho, en 1995 los nacimientos contabilizados en el centro hospitalario fueron 1.500. En una década esa media ha subido en más de 600 bebés, lo que ha ayudado a estabilizar la fuerte pérdida de población que se sufrió en la década de los noventa.

Si a la cifra total de registrados se resta el número de nacimientos (los 2.150 son sólo del Hospital de Cabueñes), se estima que aproximadamente 250 extranjeros consiguieron la nacionalidad española en 2006 y se registraron en Gijón, lo que también ayuda al crecimiento de la población o, al menos, a que la pérdida no sea tan acusada.

Las defunciones, sin embargo, siguen aumentando cada año. En 2006 fallecieron nueve personas más que en 2005 y 67 más que en el año anterior, 2004. La media de defunciones es de unas 250 mensuales, aunque durante el invierno esta cifra sube. Diciembre fue el mes en el que más muertes se registraron, con un total de 316, y agosto el que menos, con 226. Sólo hubo otro mes, marzo, en el que se superaron los 300 fallecidos, y se registraron 302. Además, de los más de tres mil muertos en Gijón, sólo 24 fallecidos eran ciudadanos extranjeros.