Gijón,

David ORIHUELA

El «Grand chapiteau» se perfila ya en el horizonte de Gijón. Es la enorme carpa que el Circo del Sol ha instalado en el parque Inglés y que a partir del próximo jueves se llenará de la magia del circo con la representación de «Alegría».

El equipo de montaje de la compañía procedió ayer al ritual de levantar la carpa. Más de un centenar de hombres tardaron poco más de un cuarto de hora en levantar los 150 mástiles que sujetan la carpa de 51 metros de diámetro y 19 metros de alto. El lunes se acabará el montaje de la «ciudad» de 20.000 metros cuadrados y el miércoles se celebrará un ensayo general antes del estreno del jueves.

En la ciudad de «Alegría» «viven» 160 personas de 19 nacionalidades europeas. La caravana del Circo del Sol para este espectáculo la forman 49 tráileres de 12 metros que han transportado por toda Europa las 1.000 toneladas de equipo necesario para el espectáculo. Gijón es su última cita ya que cuando bajen el telón se trasladarán a Latinoamérica, donde estarán durante un año.

José Ramón Corraliza, al que todo el mundo conoce como Josito, director general de «Alegría» en gira, se trasladó ayer a Gijón para asistir al levantamiento de la carpa. Lo primero que destacó fue la idoneidad del espacio elegido. Hace dos años el Circo del Sol representó «Saltimbanco» en el muelle de La Osa, en el puerto de El Musel. «El recinto es mucho mejor que el anterior y el entorno es inmejorable», dijo Josito en referencia al parque Inglés. Además agradeció el trabajo previo realizado por el Ayuntamiento de Gijón en la preparación de los terrenos.

El responsable del espectáculo no quiso desvelar nada de lo que se podrá ver a partir del jueves, pero avanzó que «traerá recuerdos de lo que el circo antiguo dejó». Para ello se combinan «danza, circo, teatro, ejercicios de trapecio, fuego, payasos...», todo con la intención de «agradar y sorprender».

José Manuel Sariego, concejal de Festejos del Ayuntamiento de Gijón, ya ha bautizado la estancia del Circo del Sol en la ciudad como «el mes de la “Alegría”». El edil se felicitó de la presencia de la compañía en Gijón y dejó claro que este espectáculo sólo se ha visto en España en Madrid y Barcelona, por lo que Gijón pasa a ser «un referente nacional».

Los responsables del Circo del Sol definen «Alegría» como «una producción espectacular que traslada a una época en que la fantasía y la magia formaban parte de la vida diaria». El espectáculo, que se estrenó en Montreal en abril de 1994, se ha representado más de 4.000 veces en toda Europa.

Pero ésta no es la única «ciudad» sobre ruedas que tiene la compañía. En la actualidad, otros cuatro espectáculos viajan por Australia, Japón, Norteamérica y los Emiratos Árabes, representando «Corteo», «Dralion», «Quidam» y «Varekai», respectivamente.

Además del «Grand chapiteau», en Gijón se han instalado taquillas, cocina, escuela y oficinas, entre otras cosas. La ciudad es totalmente autosuficiente en el suministro eléctrico y depende únicamente de los suministros locales de agua y telecomunicaciones para apoyar su infraestructura. Los tres generadores con los que viaja la compañía les proporcionan la energía suficiente para mantener iluminada una localidad con 500 habitantes.

En total son cerca de 200 personas las que participan en todo el montaje, la mitad contratados en cada una de las ciudades donde se representa «Alegría». Todos suman 6.000 horas de trabajo.

Los gijoneses ven ya desde buena parte de la ciudad la enorme carpa circense que tiene una capacidad para 2.500 personas. La compañía espera que por su interior pasen 100.000 personas para contagiarse de la «Alegría» del circo.