Víctor GUILLOT

En la calle Fernández Vallín, esquina Padilla, los recuerdos de Gijón se acumulan en la cuarta planta del Casino, allí donde el Centro de Interpretación del Cine en Asturias tiene su sede. Juan José Plans es el cicerone de un pasado no tan remoto, en el que los muertos paseaban en calesa, el teatro Jovellanos se reconstruía tras la guerra y José Antonio Primo de Rivera tenía su plaza. Así es la selección de fotografías extraídas del libro «Algunas notas sobre la evolución progresiva de Gijón en un cuarto de siglo: 1922-1946» destinadas a la exposición «Gijón: recuerdos». El que fuera director del Festival Internacional de Cine de Gijón tira de la manigua del tiempo para hacer de la ciudad una antología de daguerrotipos que dibujan la reconstrucción y la evolución de la ciudad.

Gijón no es ciudad nostálgica. No hay saudade ni amargura en el recuerdo, sino una celebración de su pasado y su vocación porvenirista. En la inauguración de ayer estuvieron presentes la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, y el concejal de Cultura y Educación, Justo Vilabrille. La exposición, que muestra dioramas, libros y otros objetos de la época, estará abierta este verano.