R. VALLE / A. ROZADA

Francisco Santianes, concejal de Vivienda en el Ayuntamiento de Gijón y líder local del Partido Comunista, no parece muy preocupado por la crisis denunciada por los empresarios de la construcción que han detectado en Gijón un descenso de casi el 30 por ciento en cuanto a la demanda de pisos en la ciudad. «Si el margen de beneficios en la vivienda fuera sólo un margen... Los más ricos de España son los que trabajan con ladrillo, por algo será», explica irónico el edil de IU, para quien son los precios desorbitados de la vivienda los que ponen freno a la demanda. «Si las viviendas tuvieran precios asequibles a los bolsillos de los ciudadanos no existirían problemas de demanda. Lo que no se puede es pedir 40 o 50 millones de pesetas por un piso», sentencia el edil. Santianes ejemplifica sus argumentos con los datos de las últimas promociones públicas de la Empresa Municipal de la Vivienda. «Para los 50 pisos de Montevil tuvimos 1.500 solicitudes en 15 días, y seguro que tampoco vamos a tener problemas de demanda con los 3.000 pisos de promoción de Roces», sentencia el edil, para quien era previsible el fin del «boom» del sector.

Por otra parte, Santianes vincula a «la situación de costa, como dicen todos los expertos, y los servicios que se prestan en la ciudad» el hecho de que el precio del metro cuadrado en Gijón se haya situado como el más caro de Asturias. Un informe de la firma Sociedad de Tasación detecta un incremento del 5 por ciento en el precio de la vivienda nueva en Gijón, frente a una leve subida del 0,9 por ciento en Oviedo. El informe establece que el precio del metro cuadrado en Gijón es de 2.166 euros, frente a los 1.926 euros de Oviedo.

Para Luis Crego, edil del PP, esta comparación demuestra «un problema muy grave y con un componente político clarísimo. En los últimos ocho años la vivienda en Gijón se ha multiplicado por dos y medio. Un piso de doce millones ahora cuesta 30». El edil popular considera que el gobierno de Paz Fernández Felgueroso ha convertido la vivienda «en una de sus mayores estafas políticas. A pesar de tener todos los medios a su alcance, el precio de la vivienda se ha convertido en inalcanzable para los gijoneses, y la vivienda es un bien especulativo y no un bien social».

En cuanto a la crisis del sector de la construcción, Crego entiende que «ha llegado y para quedarse unos años, aunque nadie sabe cómo va a ser ese aterrizaje. Esperemos que no afecte al empleo y a la actividad económica. Hay que tener claro que si hay un descenso o un estancamiento de los precios no se deberá a ninguna actuación política, sino a la necesidad de los constructores de vender pisos».

Pero culpables hay más de uno. Juan Silvestre, gerente de la inmobiliaria Los Campos, entiende que la situación del sector a nivel local y regional «es mucho mejor que en el resto de España» y que la coyuntura actual «es responsabilidad de los bancos, que han llevado a cabo una postura más austera, lo que acarrea que la gente espere a la hora de comprar». A propósito de las ayudas al alquiler concedidas por el Gobierno estatal, Silvestre no cree que sean útiles. A su juicio, «doscientos euros es una cantidad muy reducida», por lo que la solución que él propone pasaría por incentivar a los hipotecados «con otro tipo de ayudas». En resumen, comenta que este «boom» se hubiese evitado «si se hubiese optado antes por la vivienda de protección oficial» y añade que la construcción de este tipo de viviendas en las áreas de Roces y El Lauredal «permitirá a la gente seguir viviendo lejos del centro en óptimas condiciones».

Por su parte, Laura Aneiros, agente de la inmobiliaria Ablanedo, admite que «hay un descenso en la demanda de vivienda, que se nota especialmente al final del verano». Según Aneiros, «es una temporada muy floja tradicionalmente». No obstante, esta responsable de una promotora gijonesa reconoce que, desde hace meses, «la gente mira mucho el precio, cuando antes, si había una vivienda que te gustaba, la escogías directamente». Conchi Cueto, agente de otra inmobiliaria gijonesa, admite también que existe un descenso, causado, en su opinión, «por la información con la que nos bombardean los medios de comunicación sobre las subidas de los precios y los tipos de interés». De este modo, asegura Cueto, la gente se retrae. Pero la experta cree que el porcentaje del retroceso en la demanda no anda por el 30 por ciento, sino que es bastante inferior. Finalmente, opina que esta coyuntura se va a estabilizar en las próximas elecciones, «salvo que haya una subida extraordinaria del tipo de interés».