La historia de amor entre Karla Morín Velasco y Santiago Guindos Rúa parece sacada de una serie de hospitales de las que proliferan actualmente en todas las televisiones. Él es cirujano. Ella, enfermera. Unas profesiones que hicieron correr ríos de tinta en las tópicas novelas de amor. Él es gijonés. Ella, canaria de Las Palmas. Los dos llegaron muy guapos al salón de recepciones del Ayuntamiento. Ella, de blanco y de corto. Original, sencilla y elegantísima hasta en el ramo, donde llevaba el detalle azul que, según la traición, no debe faltar en las novias. Él, de oscuro y con una innovadora corbata amarilla. No desentonaron los testigos, Juan Carlos Morín, padre de la novia, y Carmen Rúa,madre del novio y concejala por IU en el Ayuntamiento de Gijón, que iba con distintos tonos de verde, el color de la esperanza.

Karla y Santiago se conocieron en Barcelona, pero quieren vivir su historia en Asturias y esperan poder continuar aquí sus profesiones. No los casó mamá Carmen, como muchos de los invitados esperaban, sino la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, que accedió encantada y la emoción subió muchos enteros cuando Carmen Rúa leyó un poema de amor dedicado a los novios, que pasaron gran parte de la ceremonia con las manos entrelazadas.

Fue una boda pequeña y la veintena de invitados disfrutó del banquete en el restaurante La Solana (Mareo). Karla y Santiago no tienen previsto hacer un viaje de novios tradicional. Prefieren algo diferente y se han regalado como alternativa un deambular continuo por la geografía española en busca de nieve. Y, dadas las altas temperaturas que rigen estos días, tendrán que viajar bastante para conseguir su objetivo y disfrutar del frío elemento.

Emilio Casas Fernández e Inmaculada del Río Dorado también se casaron el pasado sábado en el Ayuntamiento y en esta ocasión ofició la concejala socialista Begoña Huergo. Los testigos fueron Gracia María Díaz Díaz y Manuel Cancio García. El novio es maquinista de Renfe de profesión, y la novia, jubilada. Ella eligió para la ocasión un original vestido rosa largo con un abrigo blanco por encima. Él iba de oscuro, muy sobrio. Los invitados disfrutaron de la ceremonia y posteriormente se dieron cita en el restaurante La Lloreda Golf, donde dieron buena cuenta del convite.

Los recién casados van a cumplir uno de sus sueños, que es conocer Egipto, y su viaje de novios tiene como destino la famosa tierra de los faraones. Serán unos días de ensueño después de una bonita boda.