M. C.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Fernando Menéndez Rexach, advirtió ayer de que la huelga del transporte obligará a parar hoy los trabajos de la obra de ampliación por falta de suministros, por lo que ha solicitado al Principado que negocie servicios mínimos para la gran obra, al igual que los que ya tiene Arcelor para evitar que haya que parar los hornos altos de Gijón.

La huelga no sólo afecta a la obra de ampliación de El Musel. El puerto gijonés también ha perdido el atraque del primer crucero que iba a hacer noche en Gijón, el buque «The World», que acabó en Pasajes (Guipúzcoa). La imposibilidad de hacer excursiones por Asturias es lo que motivó la decisión. La visita a Gijón estaba garantizada por EMTUSA. Ha sido un golpe «en la línea de flotación» para la captación de cruceros, señaló Rexach, debido a la «mala imagen» que de la ciudad se llevan los turistas. Se trataba de un crucero singular, dado que los pasajeros son copropietarios del mismo, lo que les da derecho a disfrutar de viajes de varios días al año.

Hoy se para la ampliación

Por su lado, la obra continuaba ayer, por segundo día, sin movimiento de camiones para traer materiales de las canteras ni tráfico interno desde las zonas de acopio hasta las de uso.

Hoy por la mañana ya no habrá suficientes materiales para continuar con el vertido de hormigón para la construcción de uno de los cajones que conformarán el dique Norte. Tampoco habrá grava para verter en el lecho marino, a fin de allanar la zona sobre la que se van a asentar los cajones.

«El cajonero tiene que tener un hormigonado continuo durante nueve o diez días. Si se agota el suministro de los áridos, habrá que parar la producción del cajón», lo que sucedería esta misma mañana, explicó Rexach. Además, «la enrasadora tiene un suministro de 9.000 toneladas; cuando se le acabe eso, tendrá que parar» el vertido de grava al mar, también hoy.

En caso de que no se fijen servicios mínimos para la obra, la huelga del transporte acarreará pérdidas económicas cuantiosas. Por un lado, al parar el vertido de hormigón, habrá que hacer trabajos especiales para poder completar ese cajón, o bien desecharlo. Por otro lado, la enrasadora, que ha sido contratada para trabajar un mes, cobrará igual aunque esté parada y el vertido de grava que deje sin hacer tendrá que completarse posteriormente.

Lo que no está claro, apuntó Rexach, es que la huelga del transporte suponga un retraso en la finalización de la ampliación de El Musel. Si por los retrasos causados por la huelga del transporte se pierden días de fondeo de cajones, sí habrá una demora en el plazo final de la obra. Pero eso dependerá del número de días en los que el estado de la mar sea el adecuado para colocar los cajones de hormigón en su sitio.