A. R.

El doctor Luis Andrenio González, médico del centro de salud del Parque-Somió, comunicó a sus pacientes y amigos, a través de un anuncio de publicidad que pagó el pasado domingo en LA NUEVA ESPAÑA, su «traslado forzoso al consultorio de Tremañes. Todo ello en cumplimiento de una sanción disciplinaria e impuesta por la gerencia del Servicio de Salud del Principado, haciéndoles notar que la resolución definitiva será la que oportunamente dicten los correspondientes tribunales de justicia».

El facultativo, a quien responsables sanitarios del área V le reconocen una buena valoración profesional por parte de sus pacientes, añadió en el anuncio su lamento por la situación y su sincero agradecimiento «por la colaboración y confianza recibidas en todo momento».

La forma elegida por el facultativo para hacer pública su sanción causaron, por lo inusual, gran sorpresa entre los compañeros y responsables sanitarios asturianos. Estos últimos afirman que la sanción impuesta es el resultado de una falta grave que tiene que ver más con el ámbito interno del trabajo en equipo y de las normas a las que está sometido un funcionario público, que con la atención sanitaria que presta a los ciudadanos del área.

La sanción la llevó adelante, tras un largo proceso -con denuncias acumuladas desde hace años-, la inspección del Servicio de Salud del Principado en un procedimiento «totalmente garantista», dicen desde el Sespa. En la actualidad está aún pendiente de recurso, con lo que no se trata de una sanción firme.

«Es un funcionario sometido a unas normas elementales de trabajo y de funcionamiento y desde hace años esta situación no estaba siendo así», apuntaban ayer portavoces sanitarios consultados. Los mismos responsables afirmaban que «es un sinsentido que alguien diga, o piense, que se le sanciona por trabajar más tiempo del debido. Precisamente en un momento en que estamos con el modelo de la carrera profesional, queriendo primar la dedicación y el buen trabajo del personal, nadie puede creer un argumento semejante porque sería motivo de aplauso, no de problemas».