Albina FERNÁNDEZ

Ya han pasado dos años desde que Rosindo Marqués Pinto, de 31 años, fue asesinado con un pico en una obra de La Coría y el caso sigue sin resolverse. Los únicos detenidos, los hermanos Fernando y Paulino C. N., fallecieron en febrero y septiembre de 2006 y la Policía se quedó sin sospechosos. No obstante, y cuando ambos ya habían fallecido, el análisis del ADN practicado a las dos colillas recogidas en el lugar del crimen (una caseta de la obra del enlace de la Autovía Minera con la Ronda Sur) no coincidió con el de los dos sospechosos, que siempre negaron su participación en los hechos y que nunca llegaron a tener pruebas concluyentes en su contra pese a que la Policía señaló a Fernando C. N. como el principal sospechoso del crimen y a su hermano como encubridor.

El segundo aniversario de la muerte de Rosindo Marqués se cumplió el pasado jueves, día 17, pero la misa de aniversario se celebrará el próximo sábado, día 26, en la parroquia de San Nicolás de Bari, en El Coto, a las 19.00 horas.

La familia de la víctima denuncia ahora que la Policía «se olvidó» del caso. «En el último año no se hizo nada por aclarar la muerte de mi hermano, todo está enquistado y en el olvido. No está archivado, pero como si lo estuviera, y a la familia nos preocupa porque queremos saber quién mató a mi hermano, por eso nos vamos a mover», explicó María Marqués Pinto.

El letrado de la familia, Guillermo Calvo, solicitó en el último año nuevas pruebas, pero la juez del Juzgado de instrucción número 2, Belén García Iglesias, desestimó todas sus peticiones. La juez, por contra, aceptó una propuesta del fiscal para que hoy, viernes, a las 10 de la mañana, declare A. I. G., una de las últimas personas que vio con vida a la víctima y que ya prestó declaración hace dos años sin poder aportar grandes novedades. Del resultado de la declaración de esta mujer podría seguirse el archivo definitivo de las diligencias ante la falta de indicios para encontrar alguna persona sospechosa del asesinato.

Rosindo Marqués recibió tres golpes con un pico de obra que le produjeron la muerte sobre las cinco de la mañana del 17 de enero de 2006. La Policía detuvo el 23 de enero a los dos hermanos sospechosos, que fueron los últimos en estar con la víctima y que declararon que los tres habían consumido gran cantidad de alcohol y sustancias estupefacientes, y que se despidieron de Marqués a medianoche. La víctima tenía antecedentes por pequeños robos y alguno de ellos, supuestamente, los cometió con el principal sospechoso de su muerte, Fernando C. N., que apareció ahorcado en la senda del Cervigón el 6 de febrero de 2006. La autopsia certificó que fue un suicidio. Su hermano Paulino falleció de muerte natural en un parque de El Coto el 11 de septiembre del mismo año.