A. RUBIERA

El concejal de Educación, Justo Vilabrille, provocó ayer respuestas airadas tanto de la comunidad escolar del Colegio Jovellanos como del Colegio Los Pericones por su referencia, el día anterior, a que algunos problemas del Colegio Jovellanos debido a las obras de reforma del edificio no existirían si la comunidad hubiera aceptado la propuesta municipal de trasladarse al Colegio de Ceares. En concreto, los problemas a los que aludía Vilabrille eran los referentes al uso de la carpa para el recreo instalada en la calle de Tomás y Valiente (cuyo alquiler sólo está comprometido hasta finales de febrero). La dirección del Jovellanos tildó ayer de «irresponsabilidad supina» que Vilabrille hubiera mencionado públicamente la propuesta del traslado del colegio a Los Pericones, dado que «es extemporánea y porque condenaría al centro de la ciudad a sufrir la desaparición de uno de los dos colegios públicos de la zona, en beneficio de la concertada, que se frotaría las manos con tal decisión». El director lamentó que una propuesta «que nunca pasó de ser un mero comentario y que rechazamos de plano» tome cuerpo ahora con la declaración del edil. Por su parte, la dirección de Los Pericones criticó que se hagan esos planteamientos «sin hablar con nosotros». También recordó que el centro necesita una gran inversión para dotarle de gimnasio, comedor y otras aulas.