M. S.

Lo ocurrido con la promoción de la calle Velázquez ha levantado ampollas, especialmente entre quienes vieron frustrado su intento de hacerse con uno de los pisos. Incluso llegaron a tensarse los ánimos ante «el bochorno» de tener que esperar cola para acceder a una vivienda, «después de esperar dos años a que nos den información» sobre cómo y cuándo saldrían a la venta.

«Los políticos se llenan la boca hablando de vivienda protegida y luego consienten que pase esto», criticaba un joven de 34 años que esperó en la calle a que abriese la oficina de venta durante más de una hora. Se quedó sin poder comprar piso de protección autonómica. La promotora le dio la opción, como al resto de personas que estaban con él en la cola, de apuntarse en una lista de espera «para Roces».

Los más molestos se preguntaban ayer «quién ha tenido acceso a las viviendas de Velázquez», al tiempo que instaban a la Administración a que interviniera para que «todos tengamos la misma información y las mismas oportunidades» en la compra de una vivienda de protección autonómica, «sin problemas ni colas». Por lo pronto, «debería hacerse pública la lista de personas que reciben estas viviendas. Que todos veamos que no son hijos de o amigos de», propusieron.

Hasta la fecha, el Ayuntamiento de Gijón, a través de la Empresa Municipal de Vivienda, sólo ha canalizado las viviendas de protección autonómica que la empresa Sedes ha llevado a cabo en la calle Álava, también en el barrio de Montevil. Esa promoción de pisos se entregó por sorteo público, un sistema que la concejalía de Vivienda espera poder extender a otros desarrollos residenciales de la ciudad «para evitar suspicacias». El equipo de gobierno municipal prevé que a lo largo de este mandato se construirán más de 5.000 viviendas protegidas en Gijón, principalmente concentradas en las parroquias de Roces y Jove.