La celebración en Xixón de una jornada sobre los biocarburantes supone acercar a la ciudadanía al conocimiento, de la mano de reconocidos expertos en la materia, sobre los nuevos carburantes, de procedencia vegetal, que se proponen ante el agotamiento de las reservas de petróleo, y la necesidad de reducir las emisiones de gases a la atmósfera. Que estas jornadas se celebren impulsadas desde el Consejo de Cooperación Internacional de Xixón, desde la concejalía de Cooperación Internacional, es un hecho que no ha de ser llamativo, dado que el modelo pretendido desde las compañías petroleras, quienes poseen la mayor parte de las patentes y estudios sobre el desarrollo de los biocombustibles, se basa, fundamentalmente, en proseguir con el esquilmamiento de la materia prima del Tercer Mundo. Cuando tratamos sobre la generación de energía no podemos obviar las situaciones geopolíticas actuales. ¿Qué países son los actuales generadores de petróleo, en qué países se albergan las reservas petrolíferas, qué países se están desarrollando, qué sentido tienen los actuales conflictos bélicos internacionales? La respuesta a estas preguntas es clara y concisa: el petróleo, el gas, de nuestro presente y futuro, se encuentra en países que no siguen los «preceptos» bushianos o neoconservadores, por lo que son vistos como inestables o poco fiables a los ojos del occidente capitalista. La solución escogida para esquivar el desabastecimiento energético de las sociedades dependientes es el aprovechamiento de los recursos agrarios del Tercer Mundo como método de producción energética, obviando el impacto humano que este caso supone en las sociedades de los países del Tercer Mundo. Un impacto que se manifestó recientemente en países como México, donde el alimento básico, el maíz, casualmente es también una de las bases para la producción de biocarburantes; produciéndose una escalada de los precios del alimento, lo que a punto estuvo de provocar una crisis alimentaria en este país.

Me refería anteriormente a la posesión de patentes, de estudios, en poder de determinadas compañías petrolíferas sobre el desarrollo de biocarburantes, que en algunos casos datan de varias décadas atrás. Recientemente la Universidad asturiana anunciaba la posibilidad de creación de biodiésel... a partir de queso; otros estudios contemplan la utilización de residuos madereros, agrarios, basura orgánica, con el fin de generar energía, en un nuevo ciclo de aprovechamiento total de los recursos orgánicos. Las posibilidades son enormes, pero la cuestión reside, otra vez más, en quién tiene el poder sobre las mismas: ciudadanía y Estado o compañías petrolíferas no sujetas al control de la ciudadanía y el Estado.

Basada en un modelo económico consumista, la sociedad occidental actual requiere con urgencia asumir compromisos de reducción de gasto energético, de mejora de la eficiencia energética, no ya sólo en lo referido a carburantes, sino englobando al conjunto de materias primas. Un compromiso en el que Xixón está plenamente comprometido, apostando por la sostenibilidad referida en la Carta de Aalborg, en la Agenda XXI o en la creación de la Red de Ciudades por el Clima, iniciando un camino que nos ha de acercar al logro de los compromisos de Kioto. Atendiendo a cuestiones como la climatización de los edificios, promoviendo el trasporte público ecológico, fomentando el uso de energías renovables, así como a nuestro medio ambiente. Por ello, desde la concejalía de Cooperación y Solidaridad Internacional de Xixón pretendemos hacer compatible el desarrollo social y económico de los pueblos del Tercer, y de éste que llaman primer, Mundo. Nuestro objetivo no es sólo para el presente, es un compromiso para el futuro, mejorar la calidad de vida de la ciudadanía del mundo, articulando un triángulo equilibrado entre lo económico y lo social que en su vértice resulte la solidaridad entre los pueblos de la Tierra.

Jesús Montes Estrada es tercer teniente alcalde de Xixón, concejal de Cooperación y Solidaridad Internacional, Cultura Tradicional y Llingua Asturiana.