J. M. CEINOS

La vieja imagen de la Guardia Civil patrullando los caminos en pareja se reproduce ahora en las aguas litorales asturianas, con la entrada en servicio de la embarcación rápida de vigilancia costera (con casco de aluminio) «Río Aller M-40», que se unirá a la lancha rápida «Río Nalón», ambas con base en el puerto exterior de El Musel y pertenecientes al Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SMGC), que opera en el Principado desde el 10 de septiembre de 2001.

La «Río Aller» fue presentada ayer oficialmente, en el puerto deportivo de Gijón, en el transcurso de un acto que estuvo presidido por el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín Lombán, y en el que estuvo presente la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso.

Construida en Puerto de Vega por la empresa Auxiliar Naval del Principado, S. A. (creada en el año 1991 dentro del Grupo Armón), la nueva lancha rápida de la Guardia Civil del mar costó 875.000 euros. Otra nave igual, la «Cabo de Gata», se entregará en los próximos días a la Benemérita y tendrá su base en Almería. Una tercera lancha rápida está pendiente de construcción y se destinará a las Canarias.

La puesta en servicio de las nuevas embarcaciones de la Guardia Civil responde, aseguró Antonio Trevín, «al esfuerzo por mejorar la seguridad, que es un objetivo del Gobierno de España». En este sentido, el máximo representante del Ejecutivo nacional en el Principado destacó, además de que la lancha se haya fabricado en un astillero asturiano «con casi mil empleos», las funciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil como policía fiscal, judicial, gubernativa y administrativa.

También destacó Trevín Lombán que el Servicio Marítimo de la Guardia Civil se creó hace siete años con 27 guardias bajo el mando de un alférez y ahora lo componen 45 al mando de un capitán, un incremento de plantillas y de medios «para potenciar la seguridad pública», dijo. Según datos facilitados en el acto de ayer, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil realizó el año pasado en Asturias 315 servicios y recorrió 12.212 millas náuticas.

En seis meses

Por su parte, el consejero delegado del Grupo Armón, Laudelino Alperi, destacó que la lancha rápida fue construida en seis meses y que, además de ser insumergible, en caso de vuelco, con la quilla al sol, la nave debe dar la vuelta por sí sola (auto-adrizable). Otro aspecto que destacó el delegado del Gobierno en Asturias de las funciones de la Guardia Civil (y de otros organismos) fue el del mantenimiento de los recursos pesqueros, una cuestión, afirmó, «vital para Asturias».

Con sus dos motores de 700 caballos de potencia cada uno, que accionan dos propulsores por chorro Jet Hamilton 364, la «Ría Aller M-40» puede navegar a una velocidad máxima de 37,5 nudos. La nave fue proyectada para realizar misiones de vigilancia de lucha contra el narcotráfico y la inmigración irregular, así como para controlar la protección del medio ambiente marino. Su autonomía es de al menos 230 millas náuticas.