A. F. / M. S.

ÁNGEL GONZÁLEZ

El plan especial de las vías se encuentra actualmente en período de información pública. De momento, la operación ferroviaria tiene aseguradas las alegaciones del Partido Popular y la Federación de Asociaciones de Vecinos. «Todas las transformaciones de una ciudad tienen sus pros y sus contras, pero yo creo que, en general, la gente está contenta con este proyecto», aseguró Jerónimo Junquera.

Ayer, aprovechando que visitaba la ciudad para reunirse con el Colegio de Arquitectos, se sentó con el concejal de Urbanismo y el gerente de Gijón al Norte -la sociedad pública que gestiona la reordenación de la playa de vías- para atar «algunos cabos» sueltos. «Todos querríamos ver los resultados de un día para otro, pero estos planes no son tan sencillos como parecen en las maquetas», precisó. Aun así, «vamos muy bien; yo diría que el ritmo es más rápido que en otras ciudades que tienen operaciones como ésta en marcha». El hecho de que se vaya a construir una estación provisional y que el Ayuntamiento haya decidido desviar el tráfico de entrada de la «Y» por la avenida de Portugal «nos permitirá ir mucho más deprisa», afirmó Junquera. El arquitecto interpretaba así como «una correcta estrategia ferroviaria» y «una valentía por parte del Ayuntamiento» lo que el PP considera pegas.

El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, acompañó ayer a Jerónimo Junquera en su encuentro con el colegio profesional que lidera Ángel Noriega. A la entrada de la sede de Cimadevilla, también le esperaba la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso. «La alegación del PP no nos parece adecuada para un plan tan complejo como éste, pero su alegación será informada como cualquier otra y ahora la valoración corresponde a los técnicos», comentó Sanjurjo, que ya se había despachado agusto días atrás.

Mientras, en El Polígono de Pumarín, los vecinos debatían sobre las ventajas e inconvenientes del proyecto. El barrio, directamente afectado por la actuación, cree que el soterramiento de las vías generará nuevas barreras. «Esta obra nos separa más que nos une de Moreda y Natahoyo», auguran.