La inauguración de la nueva sede coincide con el 105 aniversario de esta empresa familiar, radicada en Gijón. Sus orígenes se remontan al desarrollo minero e industrial de principios del siglo XX en Asturias. Fue fundada en 1903 por Luis Adaro y Magro, al que siguieron al frente de la dirección Luis Adaro Porcel y Luis Adaro Ruiz-Falcó, reconocido además de por su destacada actividad empresarial y social en Asturias. Comenzaron con la fabricación de lámparas de casco para minería y hoy cubren todo el sector de la iluminación de seguridad en la industria.

Al frente de la compañía se sitúan en la actualidad los hijos de éste último, Luis (presidente), Fernando, Gonzalo y Covadonga Adaro de Jove, que cuentan con el apoyo también de la quinta generación de la familia, con el joven Luis Adaro García al frente de la dirección comercial. Su primera gran inversión en I+D+i fue de 600.000 euros.

Las lámparas de casco minero «Alfa» son la seña de identidad de Adaro Tecnología. También las linternas de seguridad «Adalid» y otros equipos de alumbrado que les han permitido llegar a más 35 países. Como reto para este año se han propuesto lanzar un prototipo de lámpara minera que incluye la batería y toda la fuerza del alumbrado integrada en el propio casco, del que ayer mostraron un adelanto a Areces. Para el actual presidente de la compañía, Luis Adaro de Jove, con esta novedad podrán por fin competir con otros mercados más fuertes, como china.

Además se proponen llegar a nuevos mercados en el Este «donde hay mucho consumo», como Ucrania y Rusia. Adaro cuenta con 30 trabajadores y 45 subcontratistas en talleres. Su negocio anual ronda los ocho millones de euros.