A. RUBIERA

«Si la guardería de Roces tiene problemas "estructurales", como dice la viceconsejera de Centros, Familias, Infancia y Mayores, es por la dejadez con la que ha sido tratada en los últimos años». Ése es el diagnóstico que hicieron ayer las diputadas del PP Ana Barrientos y Elma Alonso, y el concejal gijonés Manuel Pecharromán, sobre la situación que atraviesa el Jardín de Infancia de Roces, un centro de atención a niños menores de 3 años que es uno de los cuatro de Asturias que depende de la Consejería de Bienestar Social, y no está incluido en la red educativa (más extensa) que se ha ido creando en los últimos años.

Sobre el centro, que lleva más de tres décadas en funcionamiento, se han situado algunos «nubarrones» en los últimos meses, que llegaron a hacer que tanto los propios trabajadores, las familias y los sindicatos dudaran de su continuidad. A despejar esas dudas no ayudaba el hecho de que el centro no tiene director desde hace algún tiempo, ni se estén preparando las oportunas inversiones (en baños y escaleras, que necesita) y, ni siquiera se disponía en el centro de los formularios para que las familias solicitaran ingreso para el próximo curso. «Hace dos días, escasamente, cuando los grupos políticos -y también algunos sindicatos- empezamos a preguntar por este tema y a dar la alerta, les llegaron al centro los formularios de preinscripción. Eso sí, por Seur y vía urgente», ironizó Ana Barrientos. La diputada aseguró que con ese trámite superado «entendemos que el centro estará abierto para el próximo curso, pero si atendemos a los "problema estructurales" a los que aludieron los responsables de la Consejería, no sabemos qué puede ocurrir». Para las diputadas del PP es «una barbaridad dar a entender que el centro tiene problemas de seguridad y pretender que las familias queden tranquilas». Sin embargo, tras una visita realizada en el día de ayer a la guardería -donde hay 13 trabajadores y más de 50 niños- «nuestra sensación es que el centro es precioso, una maravilla y merece la pena que se anulen todas las incertidumbres que hay al respecto», apuntaron las diputadas. Por eso mismo, afirmaron que su grupo presentará una pregunta en la Junta General del Principado para que se aclare el futuro del centro. «Es necesario que se mantenga -insistió Pecharromán- porque se da un excelente servicio. Pero sin el desinterés actual». Además reveló que en los últimos años ese centro, que para su mantenimiento depende de un convenio del Principado con el Ministerio de Trabajo, ha ido perdiendo presupuesto: de 138.000 euros en 2003 (último Gobierno central del PP) a 81.000 euros actualmente.