R. VALLE / M. SUÁREZ

Los vendedores del rastro siguen dando pequeños pasos en el camino que quieren que les lleve hasta la futura área comercial del reformado de El Molinón. Fernando Hernández Gabarri, presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Asturias, ha presentado al Ayuntamiento de Gijón sus expectativas con respecto a El Molinón. Y lo ha hecho después de reunirse con José Luis Cuervo, representante de la sociedad Ruta de El Molinón, en la que se habló de los metros cuadrados y los precios de los espacios a alquilar en los bajos del estadio.

Los vendedores ambulantes saben lo que quieren y están dispuestos a mover hilos para conseguir los apoyos necesarios, aunque en principio su oferta comercial no es la que se prefiere en la sociedad que va a gestionar los espacios del estadio. «Para nosotros sería estupendo estar en la planta baja. Nuestra idea es ocuparla dos días: sábado y domingo. El sábado, para ofrecer un mercado tradicional, y el domingo, con el rastro», explica Hernández Gabarri. Ahora el rastro gijonés convoca a 400 vendedores ambulantes y hay otros tantos en lista de espera si hay vacantes.

Los vendedores ambulantes esperan que se cuente con ellos en la reforma de El Molinón, ya que podrían trabajar bajo techo, controlar la basura que se genera en los encuentros y que provoca críticas y molestias y, sobre todo, garantizar su apertura todos los fines de semana. Ahora mismo hay domingos en los que la lluvia o la coincidencia de eventos como la Feria de Muestras les impiden ocupar los terrenos del entorno del estadio de fútbol. La Asociación de Vendedores Ambulantes quiere que el Ayuntamiento les apoye en esta iniciativa. Por ahora, la concejala Pilar Pintos ha quedado en transmitir su idea al equipo. La sociedad Ruta de El Molinón reformará el estadio gijonés a cambio de explotar, por un período de 20 años, los bajos del inmueble. El aprovechamiento comercial y hostelero de estos espacios, que ocupan unos 13.500 metros, es clave para que cuadren las cuentas de la remodelación. Los responsables de la empresa llevan meses negociando el alquiler de los locales, a los que les han salido muchos aspirantes, aunque no hay ningún trato cerrado.

«Alquilaremos a quien nos pague lo que nos tiene que pagar para que los números salgan», apuntan desde Ruta de El Molinón. Aunque la sociedad ya proyecta destinar una tercera parte de los bajos a un gran «outlet». «Nosotros creemos que es lo que necesita Gijón», sostienen. La iniciativa ha partido de la Unión de Comerciantes y todavía está en fase de negociación. En el espacio previsto para el «outlet» es, precisamente, donde aspiran a situarse los vendedores ambulantes.

La empresa pide de alquiler 20 euros brutos por metro cuadrado. Aunque «no cerramos las puertas a nadie», Ruta de El Molinón está tratando de llegar a acuerdos con una cadena de gimnasios y firmas de moda «punteras». También han tomado nota de la propuesta de un hostelero que pretende montar una discoteca en los bajos. En un intento por «vender» la reforma del estadio más allá de las fronteras asturianas, la sociedad promotora de la reforma está preparando en Madrid un acto conmemorativo del centenario de El Molinón. La celebración, prevista para el 22 de mayo en las oficinas que el Principado tiene en Madrid, «contará con personalidades», anuncian desde la sociedad adjudicataria.