Como no podía ser menos, una parte fundamental de su pasado discurso de investidura se centró en la economía, tanto en medidas a largo plazo como en afrontar los retos inmediatos, aparte de las medidas que va a tomar el Gobierno, la voluntad inequívoca de lograr un acuerdo con los agentes sociales, instrumentos fundamentales para la cohesión de un país democrático.

Otro de los ejes importantes es la política fiscal; es cierto y, seguramente, necesario que habrá que primar a aquellas empresas que generan empleo estable, como también, a la vez, a aquellas que inviertan en las nuevas tecnologías que faciliten la modernización de las mismas para hacerlas más competitivas. Pero que nadie se equivoque; eso debe ir acompañado de una redistribución de la riqueza, beneficiando más a los que menos tienen; de ahí la propuesta de aumentar el salario mínimo o el aumento progresivo de las pensiones. Por tanto, empezar por cumplir la promesa electoral de los 400 euros.

Otra de las medidas inmediatas del Gobierno es la inversión en obra pública para contribuir a paliar el parón de la construcción; otro de los temas fundamentales es la ayuda a la vivienda, no sólo en alquiler, que también, sino también en una ampliación de las hipotecas para que centenares de familias puedan hacer frente a las mismas de una forma más holgada. Otro de los temas fundamentales es el desarrollo en investigación e infraestructuras; no sólo para tener una mejor comunicación con el resto de Europa, sino entre las propias comunidades, lo cual permitirá un país mejor vertebrado que facilitará el desarrollo económico entre las diversas comunidades.

Otro de los ejes fue la educación, mejorando y ampliando en materia la formación de nuestros alumnos para hacerlos más competitivos en el conjunto de la Comunidad Europea. Para ello va a haber un importante aumento de las becas, temas clave para ayudar a los que más dificultades tienen. Una sociedad no podrá ser nunca moderna sin una buena política educativa.

Conferencia de presidentes autonómicos, donde se abordará, entre otras, la financiación autonómica, la cual de por sí es positiva, pero noto en falta, quizás, promocionar un debate sobre la reforma del Senado, que a todas luces se está quedando obsoleto. Por tanto, la necesidad es reformarlo para convertirlo en una auténtica cámara territorial.

En el tema de la justicia, tan en boga en estos momentos por diversas razones, hay que hacer una justicia más eficaz, más transparente; en definitiva, más próxima a los ciudadanos, empezando por renovar sus órganos de Gobierno, haciéndolos más eficaces y menos partidistas. La renovación de esos órganos es una necesidad inaplazable.

La lucha antiterrorista, otra piedra de toque para esta legislatura, empezando por exigir a ETA su renuncia a las armas, sin condiciones previas. A ETA en esta legislatura se le dio una oportunidad para una salida democrática; no la aprovechó, es su responsabilidad, pero, además, se establece el compromiso de aumentar los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, aumentar los jueces, y un gran acuerdo político de todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara. Aquí hay una innovación importante, que, en mi opinión, era necesaria, puesto que el llamado pacto antiterrorista se había quedado pequeño, por ello es necesario que este pacto se amplíe a todas las fuerzas parlamentarias, entre otras cosas, porque entre esas fuerzas se encuentran quienes gobiernan en una comunidad autónoma, por ejemplo, el PNV, o sea, Euskadi, que es donde se genera el conflicto.

¿Estará el partido que sustenta al Gobierno en condiciones de avalar y explicar a los ciudadanos esa política?

Digo el partido, y no el grupo parlamentario. Está claro que el grupo parlamentario va a desarrollar su actividad a través de las comisiones de diferentes ámbitos que se van a constituir en el Parlamento, pero la piedra de toque está en que el partido, o sea, el PSOE, sea capaz de explicar periódicamente esta política a los ciudadanos para que además del trabajo parlamentario y la propia aportación de los agentes sociales el partido juegue ese papel decisivo en la comunicación con los ciudadanos, al igual que creo que el proyecto de Zapatero es un proyecto para la esperanza, quisiera creer lo mismo del trabajo político del partido.