Eloy MÉNDEZ

La fusión por absorción del Centro Asturiano de La Habana por parte del Grupo Covadonga se ha convertido en una historia interminable que se remonta al año 2005 y cuyo fin parece no vislumbrarse. El recurso de casación ante el Tribunal Supremo que Felipe Aller Celemín, socio grupista expulsado, presentará después de que la sentencia de la Audiencia Provincial autorizara la fusión a principios de marzo, complica más una situación ya de por sí enrevesada. Lo cierto es que las directivas de ambos clubes habían llegado a un acuerdo el pasado 10 de enero para, en caso de que la Audiencia les diera la razón, llevar a cabo la absorción en el plazo de un mes. Un plazo que está a punto de comenzar, una vez la Audiencia eleve a definitiva su decisión. Ahora bien, ¿puede el recurso de casación presentado por Aller Celemín detener este proceso?

Según el abogado Javier Díaz Dapena, el recurso de casación que presentará Aller Celemín (siempre y cuando sea admitido a trámite por el alto tribunal) podría detener, una vez más, el proceso iniciado por ambos clubes hace tiempo. «Para parar la fusión debería pedir la suspensión de la ejecución de la resolución emitida por la Audiencia», asegura el letrado. De ser así, Celemín debería respaldar su decisión «con una caución muy grande», pues tendría que responder de los posibles perjuicios que el retraso de este proceso pudiera conllevar para ambas sociedades.

Sin embargo, en la directiva del Centro Asturiano nadie se plantea retrasar una vez más el proceso de fusión. «No nos moveremos ni un ápice de lo firmado el pasado 10 de enero», aseguró ayer su presidente en funciones, Marco Tuñón. En el apartado 4.1 de ese acuerdo, firmado por Juan José García Rúa, presidente del Centro, y Ángel Cuesta, ex presidente grupista, se dice textualmente que «las partes otorgarán escritura pública de fusión en los términos acordados en el documento de fecha 31 de julio de 2007, en un plazo no superior a un mes desde la firmeza de la sentencia que se dicte en el recurso de apelación 18/2007 de ser favorable a los intereses de las partes». Es decir, que la fusión se ejecutaría en el mes siguiente a que la Audiencia Provincial diera su visto bueno, como así ha sido.

Pero el convencimiento de la directiva del Centro Asturiano, contrasta con la prudencia que, en las últimas semanas, ha guiado la actuación de la nueva junta grupista presidida por Enrique Tamargo, vencedor de las elecciones el pasado 30 de marzo. Tal es esa prudencia, que en la asamblea general de este lunes, la directiva propuso y consiguió aprobar que el número de socios con los que finalizará el club 2008 sea igual a los que tiene en la actualidad: poco menos de 31.000. Algo que imposibilitaría la entrada de los más de dos mil socios con los que cuenta el Centro Asturiano. «Hablaremos con el Centro cuando sea firme la sentencia», aseguró Tamargo en la asamblea. Y firme sólo lo será cuando se pronuncie la última instancia, es decir, el Supremo.

«Si llevan a cabo la fusión antes de que se pronuncie el Supremo, cometerán una ilegalidad», aseguró ayer Celemín. De que el tribunal acepte o no el recurso de casación dependerá, en buena medida, el futuro de un proceso que viene de largo.