Albina FERNÁNDEZ

Francisco Alonso Suárez, Paco, presidente de la Asociación de Vecinos de Huerces, falleció en la madrugada de ayer en el Hospital Central de Asturias, donde había ingresado tras habérsele detectado un tumor en el abdomen hace tres meses. Natural de Huerces y prejubilado de Juliana Constructora Gijonesa, tenía 60 años, estaba casado en segundas nupcias con Susana Morán desde el pasado 17 de noviembre y era padre de una hija, fruto de su primer matrimonio. El funeral por su eterno descanso se celebrará a las cinco de esta tarde en la iglesia de San Martín de Huerces, y, posteriormente, sus restos mortales serán incinerados en el Tanatorio de Cabueñes.

Alonso empezó su actividad vecinal siendo alcalde pedáneo de Huerces y después, tras la dictadura, se convirtió en presidente de la asociación de vecinos. Estuvo unos años alejado de la asociación (fue sustituido por Ángel Iglesias Breijo), pero volvió y en la actualidad era uno de los líderes vecinales más veteranos del municipio. En marzo de 2006 disputó la presidencia de la Federación Rural «Les Caseríes» con Celestino Álvarez y la perdió por cuatro votos (27 a 23), y el 26 de marzo pasado volvió a intentarlo pero perdió por un voto (24 a 23) con la actual presidenta, Soledad Lafuente, de Somió. Ésta es la última vez que lo intento y cuando acabe el actual mandato en Huerces, también lo dejaré», dijo antes de las elecciones a este diario.

Una de sus mayores satisfacciones fue recoger de manos de la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, los 60.101 euros y el diploma que acreditó a Huerces como «pueblo más guapu de Xixón» en 2005, y entre sus resquemores figura el que la parroquia quedara descolgada de los fondos mineros cuando el 90% de Mina la Camocha está ubicado en Huerces. «Soportamos el polvo del carbón y el paso de los camiones, pero sólo recibimos migajas de los fondos», comentó. Y es que, aunque nunca criticó las mejoras que logró La Camocha, reivindicó «algo más» para su parroquia que los 198.000 euros para reparar el Camín de Villaverde.

Alonso era un personaje muy conocido y querido en la zona rural. De talante cordial y dialogante, fue alabado hasta por sus contrincantes. «Nunca lo vi enfrentado con nadie y mantuvo el buen humor hasta el final», explicó Soledad Lafuente, que añadió: «Es un golpe para todo el mundo, máxime porque él tenía la esperanza de recuperarse pronto. Yo le fui a ver cuando estuvo unos días en el Hospital de Cabueñes y estaba muy optimista y animado para superar la enfermedad».

En términos similares se pronunció el concejal de la Zona rural, Faustino García, «Tino Venturo». «Era muy leal y valiente en sus decisiones, buen negociador y sabía exigir lo justo con buen tono y carácter». El concejal valora el que «siempre que venía con algún problema aportaba varias soluciones. Lo suyo era una vocación tremenda de servicio a la parroquia y deja un hueco muy difícil de llenar porque, por encima de todo, era muy buena persona».

La familia recibió ayer innumerables muestras de condolencia y pésame. La zona rural vive el luto de Paco el de Huerces.