Teté F. BALSEIRO

El puente de primeros de mayo no sólo destacó por el buen tiempo y la gran afluencia de turistas, estuvo adornado también por diferentes enlaces. Uno de ellos tuvo lugar en la iglesia de Deva. Patricia Figaredo Martín, sobrina de monseñor Enrique Figaredo, prefecto de Batanbang, contrajo matrimonio con Antonio Suárez Ramón. El encuentro familiar destacó, además de por la presencia de conocidas familias gijonesas, por estar oficiado por el mismo sacerdote jesuita, que se encontraba en tierras asturianas y no dudó en unir en matrimonio a su sobrina.

Pero ésta no fue la única ceremonia que se refleja aquí, aunque sí la de carácter religioso. El salón de recepciones consistorial tampoco tuvo descanso en el puente de mayo. Así, se vieron colapsados los soportales con uno de los ceremoniales civiles. Los protagonistas fueron en esta ocasión Liliana Fernández-Peña Vega, directora de la Universidad Popular, y el abogado Pedro Valero Rubiales. La pareja estuvo acompañada por un nutrido grupo de invitados llegados de los más diversos rincones de España, y en particular de Huelva, de donde es natural la madre del novio, Rafaela Rubiales Muñoz, testigo en el enlace. Junto a ésta, firmó el acta matrimonial Roberto Vega Fernández-Peña, hermano de la novia e hijo como ésta de Pilar Fernández-Peña, presidenta de las Mujeres Divorciadas de Asturias. La Banda de Gaitas «Villa de Xixón» amenizó no sólo la entrada y salida de la pareja, sino que actuó gratis para el concurrido público visitante, que no cesó de inmortalizarlos con sus cámaras y flashes. La Llorea sirvió el banquete. Los anteriores coincidieron en el restaurante de la Atalaya de la Providencia con la dependienta Lidia Meire González y el inspector de Policía Darío García Sánchez. Fueron testigos de este enlace María Rosa Sánchez López y José Ramón Meire Martín. Hoy disfrutan de sus primeros días de casados en la República Dominicana camino de Nueva York.