C. JIMÉNEZ

El Centro Integrado de Formación Profesional de la Laboral se ha propuesto reforzar las acciones de captación de alumnos en los ciclos industriales para atender la demanda de titulados en estas áreas. El director, José Antonio Álvarez, reconoce que existe un cierto déficit de profesionales en fabricación mecánica pese a que el sector del metal constantemente les está demandando profesionales.

Buena parte de las ingenierías que operan en el Principado acude al centro de la Laboral para reclutar expertos en delineación industrial, una de las especialidades que les hace únicos entre los centros públicos de la región. Pese a la demanda, el centro encuentra dificultades para cubrir algunos grupos. Durante la segunda quincena de este mes realizarán, como viene siendo habitual en estas fechas, las tradicionales jornadas de puertas abiertas para dar a conocer la actividad que realizan.

«Parece que el área de fabricación industrial sigue dando miedo a los alumnos, no sabemos el por qué de esta tendencia», señala José Antonio Álvarez. No obstante, el director explica que los índices de inserción laboral son del cien por ciento en todas las especialidades del centro integral de Formación Profesional de la Laboral.

Fue en el transcurso de una jornada sobre los nuevos retos de la Formación Profesional en la que el director general del ramo en el Principado, Manuel Capellán, remarcó la necesidad de afrontar el desarrollo de sistemas de calidad tales como el de la Agencia Vasca para la Evaluación de la Competencia y la Calidad en la FP. En la Laboral ya se han aplicado en esta tarea y prevén obtener para el próximo curso la certificación ISO. En el momento actual están trabajando en el desarrollo de procesos de calidad en la gestión administrativa del centro.

Durante el encuentro se incidió en la necesidad de implicar a las empresas en el ámbito de la FP, estableciendo una mayor relación entre el sistema educativo y el mundo laboral. José Ignacio Angulo, presidente de Ikaslan Vizcaya (Asociación de centros públicos de FP de Vizcaya), abundó en la idea de la falta de personal en el área de fabricación mecánica y expuso la experiencia desarrollada en varios centros de FP de esta comunidad donde se compatibiliza formación y contrato laboral en la empresa. Los ciclos formativos de grado superior se han ampliado allí de dos a tres años, de forma que los alumnos compatibilizan estudios y trabajo, dividiendo la jornada en cuatro horas de formación teórica en el centro y otras cuatro en la empresa.

En cuanto a la experiencia asturiana, Juan José Arias, responsable del centro de formación de Arcelor, advierte de la necesidad de que los nuevos titulados estén dispuestos a «aprender a aprender» a lo largo de toda su trayectoria profesional.