C. JIMÉNEZ

Un 10 por ciento de la población tiene problemas de movilidad o de comunicación. Con el objetivo de facilitar el normal desarrollo de las actividades de la vida cotidiana para este sector, los profesores del área de Expresión Gráfica en la Ingeniería pusieron en marcha hace cuatro años el certamen «Inventa», dirigido a los alumnos de la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial. La finalidad era doble: que los chavales pusieran en práctica los conocimientos adquiridos y que desarrollaran algún tipo de ingenio para mejorar la calidad de vida de estas personas.

En la convocatoria de este año primaron las soluciones para el hogar. Tal es el caso de la propuesta premiada de Darío Fernández, con una cocina adaptada para minusválidos. Un sistema elevador recupera las dimensiones normales del mobiliario si el usuario no sufre ninguna discapacidad al objeto de no crear diferencias entre unos y otros. Con la misma filosofía, Vanesa García, Víctor García, Sergio García y Fernando López presentaron un armario dinámico que facilita la recuperación de las prendas a las personas con problemas de movilidad.

La propuesta de Patricia Granda, denominada «Easy bed», viene a atender las dificultades de aquellos que sufren problemas musculares y de espalda. Un somier que se eleva facilita la tarea diaria de hacer la cama.

Para aquellos que sufren problemas de orientación, Nerea Huskin y José Antonio Alonso crearon un dispositivo localizador para personas con problemas de orientación que se adhiere a la muñeca y avisa al cuidador vía SMS de su localización exacta.

Para el tiempo de ocio, Jorge García presentó un telesilla adaptable que facilitará las posibilidades de las personas con discapacidad de hacer uso de este sistema. «Blind agenda», la propuesta de Mario Rodríguez, cubre el sector de la discapacidad visual, al permitir recuperar los datos registrados en una agenda mediante un sistema táctil o de voz.

Rodrigo Busto, María Entrerríos y Daniel Ezama resultaron premiados por un adaptador de torno para personas en silla de ruedas, mientras que Diego Zarza desarrolló un aumentador del par mecánico para silla de ruedas.

Los profesores Javier Suárez Quirós y Ramón Gallego destacaron la importancia de apostar por el diseño industrial como una faceta innovadora dentro de la ingeniería. Como ejemplo pusieron el «Tricicall», el triciclo desarrollado para niños con distrofia muscular ideado por dos ex alumnos de la Escuela para la edición de 2005 de «Inventa» y que ha sido construido por los alumnos del centro de FP de la Laboral.

En su primer acto en el campus gijonés, el nuevo rector, Vicente Gotor, se mostró sorprendido por la capacidad innovadora de los alumnos de Ingeniería Técnica Industrial de Gijón y realizó también su primer ofrecimiento al Ayuntamiento de Gijón «para llevar a cabo proyectos que beneficien a todos los asturianos». Gotor incidió en la necesidad de apostar por la I+D+i en un momento en que la Universidad se enfrenta a uno de los mayores retos en los últimos 50 años: la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior.